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Webcamer - Parte 1

Sinopsis: Cómo empezó la historia sobre la webcamer que me tiene obsesionado.

Tan solo habían pasado unos segundos desde que dulce-couplex comenzó a emitir cuando llegaron los primeros mensajes al chat.

“hola preciosa”

“buenas noches dulce”

“qué alegría verte por akí jejejeje”

—Buenas noches, chicos —saludó ella, iluminando la pantalla con su sempiterna sonrisa, favorecida gracias a la posición estratégica de la cámara con la que, como siempre, evitaba mostrar sus ojos, escondidos tras las morbosas gafas de pasta que dejaba entrever de vez en cuando—. ¿Qué tal estáis?

“Mejor ahora qeu t veo”

“no tan bien como tu xD”

“hoy no está el de la polla grande?”

La webcamer rio y, tras dejar pasar unos segundos para recuperar la compostura, contestó alegremente.

—Si os portáis bien, igual se pasa luego… —dibujó una mueca traviesa, provocando que inevitablemente se me comenzara a poner dura.

Imagen de webcamer

***

Pero mejor vamos desde el principio, como unos cuatro años antes, para averiguar cómo empezó todo.

Mi nombre es Miguel, aunque la mayoría me llama Miki, y por aquel entonces yo tenía 14 años. Se podía decir que era un chaval del montón. Físicamente no destacaba demasiado, ni para bien ni para mal. Aunque si algo no me consideraba, era un niño normal.

Mientras mis amigos estaban todo el día viendo porno y comentando cómo le crecían las tetas a las compañeras de clase, yo prefería fijarme en mi profesora, toda una treintañera que estaba tremendamente buena. Sí, en realidad yo estaba igual de salido que ellos, pero sin duda mis gustos eran mucho más exquisitos.

Así, una tarde de invierno, al salir de clase, me fui junto a dos de mis colegas a casa de uno de ellos. Querían enseñarme algo que habían descubierto en internet. Conociéndolos, ya me imaginaba de qué iría la cosa. Y no me equivoqué.

Aunque de primeras me impresionó, pues desconocía que hubiera una página gratuita en la que mujeres y hombres completamente amateurs emitieran por webcam, en seguida me di cuenta de la auténtica morralla que pululaba por esos lares.

Chicas feas, tíos peludos, maduras gordas o transexuales peor dotados que mis amigos eran algunos de los ejemplos más comunes. Así que, mientras ellos dos estaban entusiasmados, cambiando de una cámara a otra al mismo tiempo que, con disimulo, dejaban apoyada una mano sospechosamente sobre sus paquetes, yo iba perdiendo paulatinamente el interés hasta que…

—dulce-couplex —leyó uno de ellos el nick de la webcamer.

Ante mis ojos apareció un tremendo culo en pompa, grande y proporcionado, envuelto en unos tejanos ajustados que llenaron la pantalla del ordenador. Cuando la mujer se dio la vuelta para volver a sentarse, me llamó la atención que, a diferencia de la mayoría, iba elegantemente vestida, con una camiseta ceñida de color azul oscuro, manga larga y un ligero escote que dejaba entrever su morboso canalillo.

—Esta está buena —indicó uno de mis amigos.

—Mucha ropa —añadió el otro con desdén.

Me sentí inmediatamente ofendido, mirándolo con un ligero desprecio, aunque no dije nada. Preferí volver a centrarme en la pantalla para fijarme en los perfectos dientes blancos de la sonrisa femenina que resaltaban aún más si cabe gracias a los labios pintados de rojo que los envolvían. No me dio tiempo a mucho más, solo a apreciar la larga cabellera lisa de color negro, cuando cambiaron de cámara.

—Vaya mierda —me alcé, mostrando mi indignación al mismo tiempo que sentía cierto rubor al percibir cómo instantáneamente mi paquete presionaba con fuerza mis pantalones, pues sin darme cuenta se me había puesto morcillona.

Mis amigos se giraron extrañados, pero rápidamente comenzaron a reír.

—¡Te has empalmado! —bromearon.

—¿Te vas a hacer una paja? Si quieres puedes irte al baño —me ofreció el anfitrión jocosamente.

—¡Y una mierda! —les repliqué—. Son todas feísimas. Y para una tía buena que sale, vas y la quitas —le di un amistoso capón.

—Esa seguro que no nos enseña ni una teta.

—Vale más su escote que todas las otras juntas en bolas —insistí, provocando que se desatara la algarabía.

Finalmente, tras unas cuantas chanzas más, dejamos de mirar cams y nos pusimos a jugar un rato a la consola. Sin embargo, mientras nos viciábamos, era incapaz de quitarme la extraña sensación que se había instaurado en mi vientre. Inesperadamente, tenía unas ganas locas de llegar a casa para comprobar si, con un poco de suerte, dulce-couplex seguía conectada.

Pero no tuve fortuna. Tardaría unas cuantas semanas en volver a verla, mas esa noche no pude dejar de pensar en la idea que había estado rondando por mi cabeza desde un principio. ¿Qué hacía una tía tan buena emitiendo por webcam? Más allá de averiguar hasta dónde estaría dispuesta a llegar exhibiéndose por internet, lo que más morbo me daba era imaginar los motivos que tenía semejante pibón. Pensé que tal vez sería por dinero, pero el recuerdo de su sonrisa, tan agradable como natural, me hacía sospechar que, al menos, esa no era la única razón.

Durante esa época, aprovechando el inicio del alegre ambientillo primaveral, llegaron mis primeros escarceos con las chicas, que no pasaban de cuatro besos y alguna sobada de teta esporádica en el parque, después de clase. Pero ya hacía bastante más que mis amigos, que preferían irse a casa a cascársela viendo porno.

Eso sí, en cuanto podía, es decir, las pocas veces que conseguía quedarme solo en el piso sin que mis padres me molestaran, me conectaba para ver si pillaba a dulce-couplex emitiendo.

El día que por fin lo logré, no pude evitar el vuelco que me dio el corazón. Bueno, ni la súbita hinchazón de mi entrepierna. Con las pulsaciones descontroladas, se me puso durísima al instante, nada más ver cómo comenzaba a cargar el video. Ella estaba sentada en su silla de escritorio, con un top deportivo de color blanco y unas mallas ajustadas que se adherían a su perfecta anatomía, mostrando toda la exquisitez de sus curvas. ¡Uf! Esa pedazo de hembra, de 22 años según su perfil por aquel entonces, estaba tremendamente buena.

En ese momento fue cuando descubrí cómo funcionaba la página. Para poder escribir en el chat hacía falta meter dinero, que se transformaba en monedas virtuales que debías gastar para activar el lush, una especie de huevo vibrador de color fucsia que se colocaba en el interior de la vagina para masturbar a las mujeres. Me pareció que estaba muy bien montado, pero había algo que no me terminaba de convencer. Yo no tenía ni un puto céntimo. Así que me tuve que conformar con ver y oír cómo disfrutaba esa diosa cada vez que alguien aportaba.

“(…)”

“uufff que rica estás”

“baja esas mallas nena”

—Poco a poco… —replicó dulce-couplex con un tono pausado.

Me encantó que no se mostrara en absoluto facilona, que fuera jugando a medida que las vibraciones la iban poniendo a tono, como un preciado tesoro difícil de conseguir. Así, tras unos cuantos minutos de cháchara con la gente del chat mientras la iban calentando con las pertinentes activaciones del lush, cuando al fin retiró la ceñida prenda que cubría el mejor culo que había visto en mi puta vida, colocándose de espaldas para revelar un escueto tanga de color morado del que sobresalía la pequeña antena del vibrador, no pude más. Me abrí la bragueta y me acaricié el paquete. Me estaba palpitando.

—Miguel, ya estamos en casa —oí a mi madre entrando al piso.

—Mierda —mascullé por lo bajo, maldiciendo a medida que dejaba de sobarme para cerrar la página rápidamente.

El corazón me bombeaba con fiereza y notaba cómo los calzoncillos apenas podían contener la fuerza de la naturaleza que se había despertado.

—¿Qué haces? —abrió la puerta de la habitación.

—¡Mamá! —me quejé—. Te he dicho mil veces que piques antes de entrar —giré el rostro para mirarla con los ojos inyectados en la poca sangre que no estaba en mi entrepierna.

—Ay, perdona… —sonrió, cerrando la puerta y marchándose definitivamente.

—Joder… —resoplé, muriéndome de ganas de volver a acceder a la web para seguir contemplando a dulce-couplex, pero me contuve.

Aunque me martirizaba la irremediable sensación de no saber cuándo la volvería a pillar emitiendo nuevamente, prefería disfrutar de ella sin el temor a que alguien entrara en la habitación en cualquier momento. Odiaba vivir con mis padres.

Por suerte, aunque muy de tanto en tanto, llegaron nuevas ocasiones. Y fue en la siguiente cuando descubrí aquello que me había estado intrigando desde la primera vez que la vi.

“(…)”

“de donde eres?”

—Eso tendrás que averiguarlo —indicó dulce-couplex con gracia, vestida con una holgada camiseta de marca y un pantaloncito corto de deporte.

“eres canaria?”

—No —pareció sorprendida—. ¿Es que acaso tengo acento?

“q puta pasada de buena estas”

“Si me dices donde vives, voy ahora mismo. Satisfacción garantiza jajaa”

Ella, procurando preservar su identidad claramente, se reía con ciertos comentarios, soltando pequeños sollozos de placer cada vez que alguien aportaba, haciendo vibrar el lush que ya tenía entre sus piernas. Mientras, yo no podía dejar de alucinar, acariciándome el paquete sin llegar a creerme que la emisión de semejante pibón estuviera disponible gratuitamente en internet.

“querdarias con alguien de aquí para folla?”

—No, no quedaría con nadie —se apresuró a aclarar.

“¿no haces real entonces?”

—No, solo por aquí —mantuvo la sonrisa que siempre la acompañaba.

Me pregunté qué significaba eso. ¿Había webcamers que llegaban a emitir con usuarios de la página? Noté cómo la entrepierna se me hinchaba solo de imaginármelo.

“q hay q hacer para quedar contigo jajajajaj mare mia”

—Estoy muy ocupada —rio jocosamente.

“si hiciera real tendría cola hasta el año q viene”

“pues me encantaria poder tener la oportunidad de metertela aunque sea solo una vez”

“yo iria dnd fuera y t echaba un polvo”

“contigo rompieron el molde no se puede estar mas buena dios”

“follarias con un chico de menos edad que tu o prefieres mayores??¿”

—Prefiero mayores —indicó, provocándome una inevitable, a la par que injustificada, sensación de ligera derrota—. ¿Hay algún madurito sexy en la sala? —soltó una carcajada.

“t gustan maduros? 39 te vale?”

—Si están bien me da igual la edad —mantuvo la sonrisa.

“yo 42”

“te gustan los chicos físicamente muy enforma no?”

—Muy en forma tampoco, pero que estén bien. Tampoco que estén muy fuertes. Normales.

“yo tengo barrigon”

“jajaja”

“¿cuando fue la ultima vez que tuviste relaciones dulce?”

—Uhm —caviló durante unos segundos—… el sábado. Y fue en una terraza de un hotel.

“cuéntanos, cuéntanos”

—Pues mira, fue en pleno día —comenzó a explicar—. La terraza tenía vistas a la piscina del hotel. Y bueno, nos salimos ahí mi pareja y yo.

“tienes novio!!!?”

“joder!!! Pues claro!! no ves lo buena que esta jajajaja una tia así no puede estar sola”

Fue en ese preciso instante cuando caí en el significado de dulce-couplex. Eché un rápido vistazo a su perfil y comprobé que supuestamente emitían como pareja, aunque siempre la había visto sola.

—Él me puso contra el cristal —prosiguió—. Y me la metió por detrás mientras nos miraba todo el mundo. De hecho creo que dos chicas que había abajo, en la piscina, se dieron cuenta. Solo teníamos una pequeña toalla… vaya, que se veía todo —rio ligeramente—. Todo, todo.

“donde se corrió?”

—Dentro de mi coñito —gimió en cuanto sintió las vibraciones debido a las nuevas aportaciones—. ¿Os ha puesto cachondos lo que os acabo de contar o qué? —inquirió graciosamente, dibujando una traviesa sonrisa mientras se alzaba, apoyando los codos en la mesa para inclinarse hacia delante.

En esa postura, con el generoso escote de la camiseta a la vista de todos, casi se le podían ver las tetas colgando. En primer plano, una traviesa areola parecía querer asomar, pugnando por salirse del sostén mientras el canalillo se exhibía de tal forma que incluso se llegaba a apreciar su morboso vientre. Con esa espectacular imagen, me animé a sacarme los pantalones definitivamente.

“y tu novio sabe que haces esto?”

—Claro —sonrió—. Empezamos a emitir juntos porque nos daba mucho morbo —aclaró.

“joder yo quiero ver eso………”

—Quién sabe… a lo mejor aparece en cualquier momento… —volvió a sentarse, sacándonos la lengua.

El chat se puso en ebullición. Todo el mundo empezó a preguntar, entusiasmados ante la posibilidad de verla acompañada. Miré el menú y éramos más de 500 usuarios conectados.

“se la chuparás a tu novio? la tiene grande?”

—No está mal —sonrió discretamente—. Esperad, que igual podemos jugar un poco con esto… —marcó más la sonrisa antes de sacar una polla de goma realística, de color carne, con sus huevos y todo, que indudablemente ya tenía preparada.

“uf! Asi la tiene tu pareja???”

“ni de coña jaja”

“joder dulce me la estás poniendo muy dura”

—Eso es bueno… —separó los labios, mostrando su reluciente dentadura— Uhm… —gimió al sentir una de tantas vibraciones del lush, que iban activando cada vez con mayor asiduidad.

“me cago en mi puta vida como puedes estar tan buena”

“te gusta tener casi 700 tíos con la polla en la mano por tu culpa, verdad?”

—Me encanta —sonrió morbosamente al mismo tiempo que agarraba la de plástico para llevársela a la boca, dándole una primera lamida a la punta.

“seguro que te gustaría chuparnosla a todos!!”

—Uhm… —soltó un pequeño sollozo antes de cerrar los labios alrededor del glande para terminar dándole un suave lengüetazo con el que dejó colgando un imperceptible hilo de saliva entre su boca y el dildo— ¿Así? —jugó con la lengua, en un gesto de auténtica zorra.

“Uffffffff”

“te cabe entera?”

“no lo creo, es bastante grande”

“jajajaja”

—¿Queréis que lo pruebe?

“siiiiiiiiii”

“claaaaaro”

—A ver, que se note cuántas ganas tenéis… —provocó que llegaran aportaciones a mansalva.

De repente, mientras comenzaba a bajarme los calzoncillos, vi cómo el gesto de dulce-couplex se descomponía ligeramente y, tras un leve gemido, se introdujo todo el consolador en la boca, hasta el fondo, colocándose de perfil para mostrar que los huevos le rozaban la barbilla, extendiendo los labios para alcanzar la base hasta que, transcurridos unos escasos segundos, se apartó, tosiendo y dejando caer un ligero reguero de babas.

“cómo tragas”

“diossss…ojalá fuese la mia..joder qje boca te la tragas toda..”

“babea siii uff”

“uffffff joder joder”

—Se me ponen los pelos de punta —indicó, pasando el dorso de la mano por el mentón para limpiarse los restos de saliva.

“yo tengo otra cosa de punta amor”

“prefieeo que se te pongan los pezones de punta”

“veo que mis mas de 20 no serian problema alguno para esa boquita”

—Aquí cabe todo —comenzó a reír—. Aunque me lloran los ojos —confesó, confirmando que realmente le había costado.

“de emocion sera”

“a mi me va llorar el pene”

—Uf… Me estáis poniendo muy cachonda. Me parece que voy a tener que llamar a alguien.

Con esas palabras, incendió el chat. Miré y éramos más de 1000 conectados. Supuse que todos, igual que yo, con la polla dura, pajeándonos viendo a ese auténtico pibonaco.

Tras unos cuantos segundos con el mute puesto en los que la webcamer parecía mantener una conversación, acabó alzando un brazo. Aunque fuera de cámara, se notaba que dulce-couplex estaba moviendo la mano sospechosamente mientras de vez en cuando echaba disimulados vistazos hacia el costado. Sin duda, no estaba sola.

“que se acerque, que no sale en la cam”

“chúpasela ya!!!!!”

—Mirad quién ha venido…

En ese instante, el supuesto novio dio un paso hacia ella, apareciendo en imagen. Solo se le veía de pectorales hacia abajo y cómo dulce-couplex le seguía pajeando.

—Hola, chat —saludó él.

“q kabron! los ay q son afortunados jajajajaja”

“mmmm métela en la boca”

“kien es essse!!!”

“El novio”

—Es mi chico —confirmó ella, sin dejar de cascársela.

“la tiene un poco pequeña, no?”

Tras ese comentario me fijé en la entrepierna del hombre. Sin duda no llegaba al tamaño del dildo, aunque no sabía si la tenía completamente dura, pues le sobraba bastante prepucio.

—¿Ya os estáis metiendo conmigo? —chanceó.

Cuando la webcamer se agachó ligeramente para darle un primer lametón, él se apresuró a mover una mano para ocultar el rostro de su pareja, que siguió masturbándole durante un rato, hasta que vimos cómo dejaba las gafas sobre la mesa antes de colocarse un antifaz con el que poder seguir resguardando su identidad mientras volvía a inclinarse para comenzar a practicarle sexo oral frente a la cámara.

“joder! Cómo la chupas…”

“cómele los huevos”

dulce-couplex estiró la piel del pene, descapullándolo, lo que me permitió cerciorarme de que, aún completamente empalmado, era bastante más corto y fino que el de goma. La webcamer dejó la mano apoyada sobre los encogidos testículos de su novio, comenzando a tragarse el glande recién liberado para acabar introduciéndose el resto del tronco, sin inmutarse al alcanzar la base del pito, rodeándolo con los labios. Él aprovechó para alargar un brazo, acariciándole uno de los pechos por encima de la camiseta y provocando que ella sollozara sin necesidad de apartarse, no como cuando alguien hacía vibrar el lush, obligándola a detener la mamada para poder gemir a gusto.

“que guarra como te gusta tragar”

“joder me voy a correr ufffff”

“me parece a mí que te falta polla dulce”

“vais a follar?”

Tras unos cuantos minutos comiéndole la picha, la webcamer dejó de chupársela para escribir en el chat.

“vamos a privado :)”

Y ahí fue cuando descubrí el truco. De repente la cámara se puso negra y, para seguir viendo el video, había que aportar un mínimo de monedas.

—¡Joder! —execré, con el cipote completamente tieso y una pequeña gota de líquido preseminal brotándome de la circuncidada punta.

Aunque me moría de ganas de terminar la paja, ya no quería hacerlo sin verla. Y en ese preciso instante volví a sentir la extraña sensación de hormigueo en el estómago. Necesitaba acceder a ese privado, pero no tenía forma alguna de poder hacerlo.

—Puta zorra… —mascullé, maldiciéndola al mismo tiempo que cerraba los ojos para pensar en ella mientras me daba las postreras sacudidas.

Más calmado, me centré en los motivos recién descubiertos por los que dulce-couplex emitía. En el fondo me gustó saber que no se trataba de una guarra de internet sin más, sino que simplemente tenía una pareja con la que disfrutaba del morbo de exhibirse. Aunque he de reconocer que si algo me ponía tremendamente cachondo era imaginar que algún día pudieran salirse de ese guión establecido. Tal vez un trío, a lo mejor el consentimiento del novio para un real con alguien del chat o la opción que más me atraía, que ella no pudiera evitar acabar portándose mal…

Y así fue como, poco a poco, la exuberante webcamer se fue convirtiendo en una pequeña obsesión. Era, sin duda, la tía que más dura me la ponía. Me encantaba verla disfrutar. Pero sobre manera me excitaba todo lo que ocultaba. Su rostro, los vídeos privados que me martirizaban al no saber lo que mostraba en ellos y, especialmente, las infundadas fantasías de verla follando con alguien que no fuera su novio.

Transcurridas unas cuantas semanas, pocos días después de haber cumplido los 15, con el verano ya concluido, estaba en mi cuarto, enrollándome con una vecina de mi misma edad. Mientras nos comíamos la boca, sentados sobre la cama, intenté colar una mano bajo su camiseta. Con su beneplácito, comencé a subir por su vientre, hasta llegar al pecho. Cuando le magreé la pequeña teta, ella me sorprendió, acariciándome el paquete.

—¡Joder, Miki! —pareció quejarse, pero sin dejar de sobarme.

Era la primera vez que me tocaban la polla, aunque fuera por encima del pantalón, lo que hizo que me enajenara. Inmediatamente me abrí la bragueta y, a duras penas, pues ya la tenía prácticamente tiesa, me la saqué.

—¡Qué haces, loco! —se importunó, apartándose de mi lado, pero sin quitar ojo a lo que sobresalía por la abertura—. ¡Eres un guarro! —soltó finalmente, alzándose para marcharse.

—Espera… —repliqué en vano mientras observaba cómo se alejaba, dejándome con todo el calentón.

Ya que estaba solo en casa, y con la verga a tope, decidí probar suerte, a ver si dulce-couplex estaba conectada. Bingo.

“(…)”

“enseñas la cara? tienes que ser preciosa”

—Gracias —sonrió—, pero no es para tanto. Y no, la carita no la enseño nunca.

“y en privado?”

—Tampoco.

Lo primero que me llamó la atención fue el enunciado que la webcamer había puesto a la emisión: “con un amigo de mi novio en casa..”.

En seguida se disparó mi imaginación y comencé a fantasear con que se iba a hacer realidad uno de mis sueños, que dulce-couplex, a la que únicamente se la veía de cintura para arriba, vestida con un jersey de cuello alto, emitiera con alguien que no fuera su pareja.

“Uff! Te vas a follar al amigo d tu novio????”

“joder! siiiiii”

“Esto no me lo pierdo :P”

“va a ser epico”

“vaya morbazo!”

—No —rio—, solo ha venido de visita. Está en casa, con mi chico. Así que no podemos hacer mucho ruido —sonrió alegremente, tirando por tierra las ilusiones que me había hecho.

“joder pues hacer un trio!!!”

—Veis mucho porno —soltó entre carcajadas.

“no me digas que no te gustaría dos para ti, a tu disposición”

—Sí me gustaría, sí… —mostró su preciosa sonrisa—. De todos modos, no me lieis, que luego quiero ir al gimnasio —nos sacó la lengua.

“mujer,ya haces el ejercicio en casa jajajaa”

“te has liado con alguien en gym?”

—Sí —respondió, iniciando una nueva conversación con el chat.

“y te lo has follado?”

—Sí.

“bua vaya morbszo”

“no será un monitor no?? jajajajaj”

De repente llegó una oleada de aportaciones, provocando que dulce-couplex comenzara a gemir, teniendo que contener los jadeos para que no la escucharan.

—Joder… —suspiró.

“le pusiste los cuernos a tu novio!!!?”

—Fue antes de estar con él.

“peque le has sido infiel a tu novio sinceramente”

—No —aclaró—. A los anteriores sí —sonrió con cierta picardía.

“te lo follaste en el gimnasio?”

—No, pero sí le chupé la polla —se rio.

“que?????? se la chupaste en el gym??”

“mmm en la ducha?”

—No, no, en la segunda planta. Abajo estaba la sala.

“cuando vas al gimnasio conmigo jjj”

“bua madre mia que morbazo joder”

—Se veía todo —prosiguió.

“y donde se corrió?”

“carita o te lo tragaste??”

“te pondrias bien cachonda”

—Se corrió en mi boca y me lo tragué todo. Luego bajé tan pancha —rio una vez más.

“seguro que con el tanga encharcsdo”

“yacn su proteina tomada”

“como se la pediste??”

—Me la sacó él. Y una no es de piedra —puso una graciosa mueca—. Así que allí fui —remarcó más la sonrisa.

“con esa boca te duraría medio minuto el nota…”

“y hubo conversación antes o directamente jaja”

—No mucha —carcajeó—. Tenía una buena polla.

“Uffff”

“nos enseñas que ocultas debajo?”

En cuanto la webcamer se alzó, descubrí que ya solo llevaba un tanga de color negro. Al girarse para ponerse de rodillas sobre la silla mostró a cámara toda la raja del culo, únicamente cubierta por la fina tira de tela que casi no podía contener los labios vaginales que parecían hinchaditos, como queriendo sobresalir por los costados.

Esa espectacular imagen duró tan solo unos segundos, suficiente para que se me quedara grabada para siempre mientras el chat le hacía vibrar el chocho y de la punta de mi cipote brotaba una gruesa gota de líquido preseminal que se deslizó por todo mi tronco, hasta alcanzar los dedos con los que me rodeaba la polla, deslizándome lentamente arriba y abajo, haciendo que mi bolsa escrotal se moviera levemente al suave ritmo de mis sacudidas. Y todo ello con el sonido celestial de los ahogados gemidos de dulce-couplex de fondo.

De repente, la webcamer miró hacia un costado, como si alguien la hubiera sorprendido entrando a la habitación. Aunque sabía que era el novio, por un momento me imaginé que era el invitado. Eso hizo que todas las venas del rabo se me hincharan aún más, sobre todo cuando ella alargó un brazo, comenzando a moverlo rítmicamente.

Fantaseé con el amigo sacándose la polla tras pillarla en esa postura y ella reaccionando igual que con el afortunado cabronazo del gimnasio, aceptando la invitación solo por el hecho de que estuviera bien dotado. Pero toda mi ilusión se vino abajo tras unos cuantos segundos, cuando la picha del desconocido apareció en imagen.

“buah!!!”

“¿Este es el amigo?”

—No —rio dulce-couplex—. El novio, el novio.

—El amigo se ha ido —aclaró él.

“vaya mierda”

“al amigo te lo has follado?”

“y no prefieeres dos pollas dlce?”

“seguro que el amigo la tiene más grande q t novio”

“no es muy difícil jajaaa”

—Sois unos cabrones —rio el aludido, aunque sin muchas ganas.

—Ya vale, chicos —sonrió ella—. El tamaño está bien, pero es más importante saber usarla —continuó pajeándole, esforzándose en provocarle una buena erección, pues parecía estar costándole.

“no se le va a poner dura del todo o que?”

“seguro q el amigo ya estaría to empalmao jajaja”

“como no se te levanta con semjante pibon paio si vieras como tngo la mía…”

“pues tu novio la tiene pequeña y parece que tampoco sabe usarla”

“jajajajaajja”

“xDDDD”

“me mueroooo jajaaajajj”

“hahahaha”

De repente, la pareja de webcamers puso el mute. Se notaba cómo hablaban. Sin duda algo parecía no ir del todo bien. Ella, dándole la espalda a la cámara, se agachó para comenzar a chupársela. Pero tras unos largos segundos se apartó. El pene seguía estando bastante flácido. Me fijé en el chat y no eran pocos los mensajes cachondeándose del novio. Ambos continuaron charlando un poco más hasta que finalmente él desapareció de la escena.

—Chicos, vamos a desconectar, que se ha hecho tarde.

Ligeramente decepcionado, me solté la polla cuando, de repente, alguien empezó a dar monedas, provocando que dulce-couplex comenzara a gemir lenta y suavemente.

—Uhm… uhm… chicos, que me voy al gym… uhm…

El usuario en cuestión siguió dejándose la pasta, logrando que el lush que habitaba dentro de sus braguitas encadenara una vibración tras otra.

—Uf… qué calor me está entrando, dios mío… —suspiró, teniendo que sacarse finalmente el jersey, mostrando un sujetador a juego con el tanga negro.

Nunca había visto algo parecido. La webcamer debía llevar como un par de minutos seguidos de estimulación vaginal, cada vez de mayor intensidad a medida que aumentaba el número de monedas en las aportaciones.

—Uhm… joder… uhm… me estás poniendo muy cerda… uhm…

La veinteañera se alzó, dando pequeños saltitos al tiempo que le temblaba el coño, dejándonos ver cómo le botaban las tetas. Volvió a ponerse de rodillas sobre la silla, mostrándonos su culazo una vez más. Con tanta vibración, la tira del tanga ya no estaba tan bien colocada y pude apreciar cómo ahora sí se le escapan ligeramente los labios vaginales por un costado, aunque ella tiró rápidamente de la tela, cubriéndose el chochito correctamente.

—Uf —resoplé, con la polla golpeándome el vientre, al que se adhería un pegajoso grumo brotado de mi hinchadísimo glande.

—Uhm… tú quieres hacer que me corra… uhm…

“enseñanos ese coño”

“estas para reventarte a pollazos”

“joder dulce no aguanto más”

“aparta el tanga perrita”

No sé si ella leyó esa última frase del chat, pero volvió a echar la mano atrás para agarrar la tela de la braga. La separó de su cuerpo, desplazándola hacia a un lado y dejándonos ver su anhelado coño, que se apreciaba bien jugosito.

Yo no me lo podía creer. Jamás pensé que lograría verla así sin entrar en un privado. Me agarré la polla, que la tenía a punto de reventar y, cuando ella se acarició la raja, antes de meterse el dedo medio para masturbarse, provocando el evidente chapoteo que denotaba lo lubricada que estaba, empecé a eyacular.

—Uhm… uhm… uhm…

Sus gemidos se mezclaron con los míos. Aún en la distancia, fue como si ambos disfrutáramos mutuamente.

“uf como suena eso.....”

—Está muy mojadito… —aseguró ella, volviendo a colocarse correctamente la tira del tanga mientras se giraba nuevamente hacia la cámara—. Vamos a corrernos en privado.

—Hija de puta…

Por suerte, había podido disfrutar de su precioso chochito durante unos segundos, lo suficiente para terminar de hacerme la paja. Pero seguía con la polla dura y, sin ningún atisbo de duda, me habría masturbado otra vez gustosamente, aunque no tuve más remedio que desechar la idea.

El caso es que esa fue la última vez que vi al novio a través de la cam. Tal y como dulce-couplex confirmó más adelante, seguían siendo pareja, pero nos explicó que con el tiempo a él había dejado de apetecerle tanto como antes, aunque ambos continuaban disfrutando con las emisiones de ella.

Durante los siguientes meses mis relaciones con las chicas fueron evolucionando. A punto de cumplir los 16 seguía siendo virgen, pero ya me había comido bastantes bocas, había magreado unas cuentas tetas y masturbado unos pocos chochitos. Me encantaba la sensación de humedecerme los dedos con sus flujos y hacerlas chapalear, evocando el imborrable recuerdo de mi webcamer favorita (aunque en honor a la verdad, era la única que miraba).

Eso sí, aún ninguna me había hecho una mamada. Supuse que la mayoría no eran más que unas crías a las que parecía darles miedo metérsela en la boca. Me la sobaban un poco, pero al final nada. La única que se había atrevido era una conocida del barrio, mayor que yo, que ya iba a bachillerato. Aunque no me la llegó a comer entera sí que me dio algún lengüetazo mientras me hacía una buena paja y me la restregaba entre sus generosas tetas. Aún recuerdo con una sonrisa lo mucho que decía que le encantaba mi polla y cómo se acabó enfadando cuando le manché toda la cara.

Verónica era una buena zorra y estaba absolutamente convencido de que no tardaría mucho en estrenarme con ella. Por eso que me jodió tanto la noticia que me dieron mis padres.

—Miguel, ya sabes que este año el papa y yo solo coincidimos de vacaciones la semana que viene, así que finalmente aprovecharemos para pasar unos días fuera.

—Genial. ¿Cuándo volveréis?

—Si lo estás pensando, no te vas a quedar solo —apuntilló mi padre con una medio sonrisa que me sacó de quicio.

—¡Venga ya! —me quejé.

—Vas a irte con los abuelos —sentenció.

—¡Sí, hombre!

—¿Hace cuánto que no los ves? —soltó mi madre, calibrando la opción del chantaje emocional.

De repente, ambos me soltaron toda la retahíla de argumentaciones que sin duda se habían estado preparando de antemano. Sabían que la idea no me iba a entusiasmar y no se equivocaban. Ya no es que visitar a mis abuelos maternos durante la época estival fuera un coñazo, sino que empezaba a estar como loco por meterla en caliente. Y ese viaje me fastidiaba los planes por completo. No obstante, muy a mi pesar, no tenía elección.

—Además, no estarás solo con ellos —añadió mi padre.

—Sí, vas a estar con el tío Mario y la tía Carlota, que están viviendo allí mientras les hacen la reforma del piso.

—¿Y? —expresé con una mezcla de indiferencia y resignación.

Lo cierto es que no entendía qué había de positivo en que estuvieran mis tíos. Hacía años que no veía al hermano pequeño de mi madre, que por aquel entonces debía estar cerca de alcanzar la treintena, con lo que tampoco teníamos mucho en común y coincidir con él me daba más palo que otra cosa.

El caso es que a los pocos días me encontraba en el AVE, recorriendo el trayecto desde Barcelona a Madrid. Y, tras algo menos de tres horas de viaje, ya estaban recogiéndome en la estación de Atocha.

Después de los empalagosos besos y achuchones de rigor de mis abuelos, tocaba el turno de cumplir con mis tíos.

—Hola Miki —me saludó Mario.

—Hola —le correspondí sin mucho entusiasmo, dudando si darle dos besos o estrecharle la mano mientras veía cómo se acercaba.

—Hola guapo.

Tras él apareció una pedazo de hembra de infarto. ¿Esa era mi tía? Lo cierto es que no la recordaba. Seguro que la había visto anteriormente, pues llevaban años juntos, pero por aquel entonces yo no la debía mirar con los mismos ojos con los que la devoré en ese instante.

Carlota era una tremenda veinteañera, 4 años menor que mi tío, que tenía una larga melena morena y exhibía un cuerpazo de escándalo lleno de curvas excelsamente delineadas, además de un precioso rostro adornado con unas morbosas gafas de pasta. No pude evitar sonreír, pensando en la paja que esa misma noche me iba a hacer a su costa. ¡Joder, es que me recordaba a dulce-couplex!

—Yo también me alegro de verte —bromeó graciosamente al percatarse de mi sonrisa, dejándome sin palabras.

Aunque la estancia en Madrid no pintaba demasiado bien puesto que no conocía a nadie con quien quedar, al menos en la casa había wifi y tenía la esperanza de algún día pillar a dulce-couplex emitiendo. Y, a unas malas, lo que era seguro es que pensaba alegrarme la vista con mi tía. Con todo eso, las jornadas transcurrieron con una asquerosamente evidente normalidad.

Por las mañanas, mientras Mario dormía después de pasar toda la noche trabajando como técnico de emergencias sanitarias en una ambulancia, solía pasar el tiempo con mis abuelos, ya fuera acompañándoles a la compra, dando una vuelta por el barrio mientras me contaban anécdotas sobre mi madre o yendo a visitar algún sitio más turístico.

Por las tardes mis tíos iban a ver las obras de su piso, así que yo aprovechaba la siesta de los yayos para intentar conectar con dulce-couplex en vano. Más tarde, cuando ya se iba el sol, salía a correr un poco para desfogarme y no morirme del aburrimiento.

Cuando llegaba a la casa, completamente sudado debido a las altas temperaturas, aprovechaba para darme una buena ducha de agua fría mientras preparaban la cena. Tras la misma, Mario ya se iba a trabajar y mis abuelos no tardaban demasiado en irse a la cama.

—¿Te apetece ver algo? —me preguntó una noche Carlota, vestida con una camiseta larga de mi tío mientras encendía la tele, subiendo sus preciosos pies descalzos al sofá, acomodándose.

—Podemos ver una peli —respondí, fijándome en la morbosa desnudez de sus esbeltas piernas.

—¿Tú no tendrás un usuario de Netflix o algo? —inquirió con desgana mientras hacía zapping.

—No —balbuceé tras unos segundos.

—Ya… tampoco parece que te interese mucho lo que hay en la tele.

Alcé el rostro y vi cómo me sonreía. Me había pillado mirándola.

—Sí que me interesa —argumenté torpemente.

—Pues no hay nada que valga la pena —concluyó, apagando el televisor.

—¿Y qué hacemos?

—Charlar —sonrió una vez más, poniéndome de los nervios.

—¿De qué?

—No sé… cuéntame… ¿ya tienes novia? —amplió más la sonrisa, haciéndome reír.

—¡Qué va!

—¿O novio? —dibujó una mueca burlona.

—Novia, novia —me apresuré a aclarar—. Pero de momento prefiero hacer otras cosas.

—¿Jugar con los amigos? —soltó con socarronería.

—No precisamente —procuré ponerme a su altura.

Mi tía soltó una carcajada.

—¡Vaya! —Parecía sorprendida, sin dejar de mostrar sus bonitos dientes debido a su permanente sonrisa—. Entonces, ¿qué cosas son esas, Miki?

—Bueno, cosas —evidencié a lo que me refería con un gesto de seguridad.

Ella se partía de la risa.

—Así que ya te has liado con alguna chica —indagó tras dejar de reír.

—Con unas cuantas —solté orgullosamente.

—Jo…

—¿Qué? —pregunté con incredulidad.

—Pues que entonces será mejor que no me mires tanto —se alzó, aún risueña, dirigiéndose a su habitación—. ¡Buenas noches, guapo!

Carlota me dejó con la palabra en la boca y… con una erección de campeonato. ¿Qué había querido decir? Por supuesto, esa noche volví a hacerme una paja pensando en ella.

Los siguientes días transcurrieron con la misma rutina, solo que parecía que mi tía procuraba evitarme. O, al menos, ya no se quedaba conmigo a ver la tele por la noche. Así que decidí ponerla a prueba.

—¿Quieres que veamos una peli después de cenar? —me dirigí a ella mientras aún estábamos todos sentados alrededor de la mesa.

—¿Qué peli? —inquirió mi tío.

—No sé, la que den —contesté sin darle importancia.

—Vale —intervino Carlota con naturalidad—, luego vemos a ver qué hay.

Lo cierto es que pensé que me costaría más convencerla, con lo que supuse que todo habían sido imaginaciones mías. Aunque me había hecho ilusiones, lo más probable es que mi tía no hubiera insinuado absolutamente nada la otra noche. De hecho, tuve que tragarme un auténtico tostón de película para que al final no volviera a sacar el tema, quedándome con las ganas.

La estancia con los yayos llegaba a su fin. Aunque me apetecía volver a casa, me sentía un poco desganado. Verónica, la chica de mi barrio con la que pensaba desvirgarme, me acababa de decir que se había ido fuera con sus padres, así que no la vería en lo que restaba de vacaciones. Encima no había coincidido con dulce-couplex emitiendo ningún día y mi tía parecía haberme querido pegar un buen corte después de que me pillara mirándola como no debía. No había sido mi mejor semana.

La noche antes de volver a Barcelona, como despedida, salí a cenar con mis abuelos. Cuando llegamos al piso parecía no haber nadie. Mi tío estaba trabajando, así que supuse que Carlota estaría en su cuarto. Puesto que dormíamos en habitaciones contiguas, decidí irme a la cama, a ver si la escuchaba y me inspiraba para una última paja.

Pero antes de eso, le di una oportunidad a la webcamer. Estaba conectada. Lo primero que me llamó la atención es que parecía emitir desde un lugar diferente. Y me lo corroboró el mensaje que tenía puesto: “en casa de mis suegros.. shhh”.

Iba vestida con una camiseta blanca de tirantes que dejaba entrever las tiras de un sostén azul marino y un pequeño short que parecía un pijama de verano. Al fondo, tras ella, se intuía un armario y parte de una estantería. Empecé a alterarme pues, a pesar de las dificultades para cerciorarme a través de la pantalla del móvil, la estancia se asemejaba demasiado al cuarto donde dormían mis tíos.

dulce-couplex, procurando mantenerse en silencio, se comunicaba a través del chat en vez de por audio como normalmente.

“(…)”

“uff”

“me está entrando calor”


“pues ya sabes”

“y mis suegros???”

“tengo que tener mucho cuidadoooo”


“uffff ropita fuera, lush en el culo y hago que te corras”

“no creo que pasen sin llmar no?”

“pero no me visto en un segundo ajajjaja”

“se nota muchoooo jajajaj”


“ya ves tu lo que llevas¡¡¡”

“ajjajaja mucha ropaaa”

De repente, la webcamer se puso de pie, dándose la vuelta para bromear bajándose el pantaloncito hasta la mitad de los muslos, mostrándonos el precioso tanga de encaje que llevaba puesto.

“vaya culazo dioooos”

Mientras la gente aportaba, yo era incapaz de concentrarme, tratando de identificar partes de la habitación al mismo tiempo que agudizaba el oído intentando averiguar si mi retorcida mente me estaba jugando una mala pasada. Era imposible que mi tía Carlota fuera dulce-couplex. Aunque a mi polla parecía gustarle esa posibilidad, pues sentía cómo palpitaba dentro de mis calzoncillos.

“parte de arriba fuera solo sujetador…jeje”

“no me fio ehhh jajajaj”

“venga fiateee”

“que si, que no pasa nadaaaa”

“ufff que delicia eres”

“me pones la polla muy dura”

La webcamer volvió a sentarse, señalándose inocentemente mientras ladeaba la cabeza hacia un costado, como haciéndose la tonta.

“yo?? jajajaj”

Y tras escribir en el chat, juguetona, se agarró la camiseta, subiéndosela hasta más allá del contorno de sus tetas, mostrándolas cubiertas únicamente por el sostén a juego con las bragas.

“siiii tuuuu”

Sentada en la silla de escritorio, con todo su precioso cuerpazo en ropa interior encuadrado en la cam, dulce-couplex comenzó a moverse lentamente como si practicara la danza del vientre a medida que los usuarios iban activando el lush que yacía dentro de su tanga. No tardó en ponerse de pie, mostrando un primer plano de sus bragas, en las que introdujo una mano para acariciarse al ritmo de las aportaciones.

El chat se llenó de incontables mensajes al mismo tiempo que mis calzoncillos se deslizaban hasta mis tobillos. Me agarré la polla, imaginándome que lo que estaba viendo en la pantalla del teléfono ocurría justo al otro lado de la pared. Eso me estaba volviendo loco, hinchándome el enrojecido bálano como pocas veces había visto.

“sois muchos”

“no doy abasto ajajaj”


“imaginate todos ahí metidos en la habitación…”

“mmm que rico aquí todos con las pollas bien duras”

“400 pollas en circulo y tu al medio”

“yo te iba a poner las gafas…”

“llenitas??”

“y la boca y las tetas pufff”

“tienes una boca perfecta”

“y un cuerpo espectacular”

“graciiias ;)”

Los usuarios no dejaban de aportar y desde mi móvil podía escuchar cómo dulce-couplex jadeaba pausadamente, procurando hacer el menor ruido posible. Ya no podía más. La incertidumbre me mataba. Con las pulsaciones descontroladas, me subí los calzoncillos, me puse unos pantalones y salí del cuarto. Carlota tardó unos segundos en responder a mi llamada.

—Sí, pasa.

Cuando entré en su estancia procuré fijarme en todos los detalles, poniendo hincapié en el armario y la estantería donde vi que estaba la impresora.

—Necesito imprimir los billetes de mañana —improvisé.

—Claro —me sonrió.

Parecía intranquila. Observé que tenía la pantalla del portátil medio bajada, con la webcam conectada. Contemplé la ropa que llevaba. Aunque estaba perfectamente vestida, ya no había ninguna duda. Al ver su camiseta de tirantes y su pantalón del pijama creí que iba a comenzar a eyacular allí mismo. En ese instante fui consciente de que mi erección debía ser demasiado evidente y temí que Carlota se diera cuenta. Aunque tenía pinta de estar más preocupada por sus asuntos. Seguro que en ese momento le estaban calentando bien el coño, activando el lush a tope. ¡Uf! Me entraron ganas de sacarme la polla. Estaba convencido de que esa zorra debía estar tan caliente que no le haría ascos…

Por suerte me contuve. No era más que una locura producto de mi enajenación mental debido a que en ese momento solo podía pensar con el rabo. Mantuve la calma todo lo que pude y, tras imprimir los billetes del AVE, me marché a mi cuarto. ¡Joder, dulce-couplex era mi tía!

Con la tensión desbordada, accedí a mi habitación para recoger el móvil. Antes de volver a bajarme los pantalones y los calzoncillos observé mi abultado paquete, pensando que era imposible que ella no se hubiera percatado. Y, aún en shock por lo que había recién descubierto, continué visionando la emisión de la webcamer.

“ajjajajaja madre miaaaa”

“si es que os lo digo coño ajajjaaj”

“casi me pillan en bolas”


“anda anda exagerada”

“es lo q t gusta”

“te habran preguntado que xq soplas tanto jajaja”

“follate al suegro jaja y lo calmas un poco”

“quien era?”

“el suegro?”

“el sobrino ajajjjaja”

“jajajaja”

“cuántos años tiene?”

“14”

—Será cabrona… —balbuceé en voz baja, indignado porque me había quitado casi dos años.

“uffff, una paja se hace”

“ese se mata a pajas contigo”

“a ver si sois cerdos jajajajaja”

“que verguenzaaaa”


“jajajajajajja”

“el sobrino hoy no duerme…”

“pero ha pasado,y que te hadicho??”

“el sobrino con 14 años ya sabe de que va esto tonto no es”

“ha pasado a la impresora”

“ha pasado a ver que hacias....”

“uffff”

“ha dicho esta esta haciendo algo raro jajaja”

“que va a saber si el niño aún juega a los pokemons”

“puto niño ajjajaja”

—Puta zorra… —repliqué, rabioso, recorriendo el durísimo tronco de mi polla con la mano libre.

“ya no creo que pase,no?”

“jjajajaja pues no lo se…”

“y si hay riesgo que vuelva a pasar como t3 vas a desnudar”

“lo siento pero nos vamos a cagar en su padre jajajaja”

“ha visto algo”

“creo que no ha visto nada jajajaja”

“que subidon te habrá dado”

“ahora a ver quien me quita la calentura”

“más os vale que os porteis ajajaj”


“mejor quitate solo lo de arriba.”

“quita suje y deja cami no?”

“cuando se vayan a dormir podré quitarme algooo”

“cuanto crees que aguantas sin llevarte la mano al coño??”

“ufff depende …”

“hacemos una prueba???”


“yo estoy dispuesto y tú? quitate los pantalones”

Como señal de que aceptaba la propuesta, dulce-couplex volvió a bajarse el short hasta la mitad de los muslos. El usuario comenzó a aportar monedas mientras ella, soltando pequeños jadeos únicamente perceptibles a través del smartphone, empezaba a estremecerse, llevándose la mano a la boca para mordérsela al mismo tiempo que su cuerpo se convulsionaba con las vibraciones más grandes, como si tuviera pequeños espasmos. Se acercó a la webcam y empezó a susurrar.

—Joder, joder… cabrón.

La derrotada mujer se chupó los dedos antes de colarlos dentro de las bragas. Tras unos segundos escuchando su respiración entrecortada, se agarró los costados del tanga, comenzando a bajarlo hasta que quedó enrollado tan solo unos centímetros por debajo de su entrepierna, mostrándonos el pubis completamente rasurado y cómo volvía a acariciarse entre los labios vaginales.

—Uf… —suspiré, demasiado cachondo tras haber averiguado la identidad de dulce-couplex y mucho más a medida que iba asumiendo que se trataba, nada más y nada menos, de la jodida novia de mi tío.

“que tal está??”

“mojaditooooo”

“esatas que te subes por las paredes”

“me da morbo”

“emitir aquii”


Volviendo a colocarse el tanga para sentarse en la silla, Carlota se abrió de piernas, alzándolas para situar los pies sobre el escritorio, espatarrándose. Más desatada que de costumbre, con la mano nuevamente dentro de las bragas, vi cómo siguió masturbándose frente a la cámara mientras un montón de usuarios empezaron a aportar grandes cantidades de monedas, provocando que el gesto femenino se descompusiera primero y que se le escapara un pequeño gemido después, llevándose la mano a la boca mientras se removía, gesticulando con cierta desesperación.

“jodeeert”

“tiooos”

“que me van a escuharrrr”


“eso se merece camiseta fuera”

Tenía toda la pinta de que mi tía debía estar bastante excitada, pues a pesar de las reticencias iniciales porque aún había gente despierta por la casa, hizo caso al chat, quedándose únicamente con el sostén en la parte de arriba.

“bueno bueno que se la juega…jajaja”

“y sujetador obviamente jajajaj”

“poco a poco ajajajaja”

Aunque dulce-couplex, cada vez más desinhibida, pretendía aparentar su decoro habitual, las vibraciones del lush no cesaban, con lo que, suspirando lo más flojito que podía, acabó colando ambas manos bajo el sostén, alzando las copas para magrearse las tetas primero y pellizcarse los pezones después. Cuando abrió las palmas, mostrando durante unos breves segundos sus hinchados botoncitos, de color marrón claro, a juego con las areolas de en rededor, tuve que soltarme la polla para no correrme. Dejé que mi rabo palpitara, suspendido en el aire, mientras observaba cómo Carlota se agarraba los senos por la base, rodeándolos, antes de volver a amasárselos.

—Uf… —volví a suspirar, con el cipote respingando, hipnotizado por la evidente turgencia de sus excitantes pechos.

“menudos cuernos ha de llevar tu pareja”

“modo perra activado”

“madre mia”

“joderrr”

“ya me habeis puesto cachondaaaa”


“muyyy cachonda”

La webcamer se recoló el sostén para después dejar caer una de las tiras, que se deslizó sensualmente desde su hombro hasta el antebrazo. Acto seguido se bajó la copa de ese mismo lado, liberando completamente una de sus preciosas tetas, que quedó colgando con firmeza, exhibiendo su forma totalmente natural. Se chupó los dedos y comenzó a acariciarse el pezón.

“fuera entero que nos lo hemos ganado :p”

“el otro pezon se va a celar”

Ella soltó una ahogada carcajada, solo perceptible a través del móvil, antes de repetir el gesto con el otro seno.

“metete los deditos a ver como de mojadita estas”

Tenía claro que, por muy caliente que estuviera, esa orden no la iba a acatar, al menos no sin estar en el maldito privado. Así que no me pilló por sorpresa cuando volvió a colocarse el sujetador correctamente.

Lo que no me esperaba es que se levantara nuevamente, dándonos la espalda para comenzar a bajarse el tanga. Pero lo que me volvió loco es que alzara una pierna para deslizar la prenda hasta el tobillo, sacándosela por completo al mismo tiempo que apoyaba el pie sobre la mesa del escritorio, permitiéndonos contemplar toda su raja, que parecía brillar ligeramente.

—Uf… —suspiré una vez más, agarrándome nuevamente la verga mientras percibía cómo se me constreñían los huevos, preparando una descarga que podía ser apoteósica.

Mi tía, que parecía dispuesta a cumplir todo lo que le pidieran en el chat, señal de lo tremendamente cachonda que debía estar, deslizó los dedos por su coño, dándose un par de refriegas antes de meterse uno, masturbándose frente a la cámara. Solo pude oír escasos segundos del chapoteo que se colaba a través del audio del teléfono cuando se giró, volviendo a ponerse rápidamente las bragas y el resto de ropa.

“esperarque he escuchado la puertaaa”

“jajajajajajjaa”

“tu suegra”

“cuidaoo jajaj”

“joder que coñazo”

“ya que estaba en to lo mio ajajajaj”

“me cago en todooo”


Efectivamente, eran mis abuelos, que acababan de irse a la cama, con lo que supuse que Carlota no tardaría en continuar con el espectáculo. Ya no tenía excusa y a mí me desbordaba la impaciencia.

“con diferencia la mejor chica que he visto aquí!!!!!!!!!!!!!!”

“gracias”

“tus suegros saben lo que está haciendo su nuerita?”

“puedes seguir abierta con la ropa puesta”

“solo aparta short y tanga un poco”

“y vas así vestida delante de tu suegro?”

“como voy vestida???”

“voy perfecta jajajaja”


“jajajajajaja”

“jajajajajaj”

“voy mal? jajajaja”

La cabrona, viéndola reír y oyéndola a través del móvil, me sacó una sonrisa.

“en serio? vas genial”

“vas bien cielo”

“vas para poner enfermo a cualquiera”

“tu suegro se debe poner bizco”

“mirar luego me lo subo asiiii”

Carlota se agarró la parte de arriba de la camiseta y bromeó, estirándola de golpe para cubrirse casi hasta el cuello. Esta vez la pude escuchar reír incluso a través de la pared y yo tuve que esforzarme para no soltar una carcajada.

“jajajjajajajkaka”

“y el short te lo bajas?”

“jajajaja”

“eso no puedo mucho ajajajajaj”

Volvió a alzarse para mostrar a cámara su perfecto culo, cubierto por el pequeño pantaloncito del pijama. Intentó estirarlo sin demasiado éxito.

“eso no tiene solucion ajjajajaaj”

“no te los puedes quitar??”

“pues eso…q tiens alsuegro enfermo”

“vosotros creeis??”

“el suegro debe estar rezando para que no acabe la obra”

“estas tremenda y los sabes”

“elpeligroso es el sobrino”

“jajajjaaj el sobrino es muy pequeñooo”

“cuantos?”

“14 !?”

“sii 14”

“menudas pajas se hara ya”

“un renacuajo”

“14? Ese ya tiene poluciones nocturnas”

“joder ajajajaj”

“se mata a pajas pensando en ti fijo”

“primeras pajillas con la tita dulce”

“jajajajajajaja”

“jajajaja manuelas todo el rato”

“que exageraos sois ajajjaajjaj”

“realistas mas bien”

“que asco chicos ajajajaj”

“yo lo haría jajajaja”

“estais fatal ahahahah”

Que de repente todo el chat comenzara a hablar de mí me provocó una sensación extraña. Aunque me jodía que la mayoría, incluida mi tía, me tratara como si fuera un crío, me gustaba percibir la sensación de que gran parte deseaba que dulce-couplex interactuara conmigo de algún modo. Eso me ponía desesperadamente cachondo, si es que lo podía estar más.

“con 14 ya tiene el trabuco ya formao”

“anda el otro que fino ajajajajaj”

“tu lo pones fatal pobre niño jajajaja”

“con 14 aquí nos la meneamos tos jajajajja”

“y ya con el trabuco formao ahaajajajaja”

“tu le revolucuonas mas las hormonas”

“el dia que menos se lo espere le pide una mamada”

“fuera yo el sobrino y me la pelaba mas que un mono con semejante diosa cerca”

“y te gustaria morbosear al sobri?”

“bua…”

“a ver si un dia le pillas dandole a la zambomba jeje”

Mientras la conversación seguía llenándose de comentarios sobre mi persona, observé cómo Carlota aprovechaba para volver a bajarse el short, esta vez dejándolo caer hasta sus tobillos.

“ve a ver si duerme creo gue es ta detras de la puerta”

“su cama esta justo en frente de esta habitacion”

Y como si eso la excitara, poniéndose de pie, volvió a bajarse el tanga, esta vez hasta la mitad de los muslos, moviendo las caderas con un contoneo casi imperceptible, antes de llevarse la mano al coño para acariciárselo. Me encantaba verla tan caliente y, sobre todo, imaginar que yo pudiera tener algo que ver.

“la de tu sobri?”

“si”

“y no crees que te espía alguna vez”

“y no te gustaría calentarle?”

“tú serías capaz de hacer algo con él no mientasss”

dulce-couplex se dio media vuelta, no sé si para ignorar el chat. Alzó una pierna, provocando que la tela de las bragas se tensara, hasta colocar nuevamente un pie sobre el escritorio. Antes de seguir masturbándose, se agarró una nalga, desplazándola para que pudiéramos ver cómo se le abría todo el chocho. Estaba desatada. Y acto seguido se metió los dedos, haciéndolo chapotear para acabar dándose unas suaves friegas, desplazándose entre sus encharcados labios vaginales.

“joder que mojada estas tio”

“super mojadaaaa”

“pfff”

“tendras al sobri con la polla dura”

“te gustaria entrar y pillarle masturbandose?¿”

“te apetece?”

“me apetece mychisimo corrermeee”

“pues todo fuera”

Mientras los cabrones del chat lograban que empezara a creerme mis propias fantasías, imaginando que convencían a mi tía para que viniera a buscarme, pillándome con el cipote en la mano, comenzaron a gastar monedas a saco, haciendo que el lush no dejara de vibrar, cada vez con mayor intensidad. Ella se giró, volviendo a colocarse frente a la cam. Aunque no se la oía, podía ver a través del móvil cómo abría la boca para jadear en silencio.

“vamos a pv”

Pero antes de que la imagen se apagara, Carlota se sentó en la silla, recostándose sobre el respaldo, de tal forma que por un segundo casi se le vio la cara. Se abrió de piernas y comenzó a tocarse nuevamente.

“se guro gue tusobrino es ta a ciendose un pajote”

“no te gustaría llamar al sobri?”

Cuando la muy zorra, que parecía totalmente descontrolada, volvió a levantarse para subir un pie a lo alto de la mesa, pude ver cómo incluso le temblaban los muslos. Bien abierta, dulce-couplex continuó haciéndose el dedo frente a la cámara.

“si te apetece correrte a lo bestia....”

“quitate la parte de arriba”

“y como suena el coño....”

“menuda diosa dios mio”

“desnuda entera”

La webcamer volvió a bajar la pierna al suelo para subirse la camiseta, colando ambas manos nuevamente bajo las copas del sostén, dándose un buen magreo mientras alzaba la pieza, liberando sus tetas. Se inclinó hacia delante para hacer uso del teclado, dejándonos ver cómo le colgaban los excitantes melones. Aunque, por desgracia, esa imborrable imagen fue lo último que pude ver.

—¡Uf! —resoplé, sintiendo la presión que ejercía toda la sangre aglutinándoseme en el pene y el excesivo peso de mis testículos mientras los latidos del corazón me martilleaban el pecho.

Tenía al pibón de Carlota cachonda perdida, masturbándose por internet a escasos metros de distancia, al otro lado de la pared. Algo me decía que era una oportunidad única que no debía dejar pasar. Sin parar de pajearme, cavilé unos instantes, camino de la puerta. La abrí y, aún a riesgo de que me pillaran mis abuelos, salí al pasillo en pelotas.

Me detuve frente a la entrada del cuarto de mis tíos. Procuré escuchar cualquier sonido que procediera de dentro mientras me exponía a que ella oyera el roce de mis dedos subiendo y bajando la piel de mi enardecido tronco.

—Uhm… uhm… —me pareció percibir una serie de jadeos—. Uhm…

Agarré la maneta y suspiré, dejando caer todo el peso de mi verga, que inesperadamente chocó contra la puerta, golpeándola, lo que provocó que los contenidos gemidos del interior desaparecieran. Me quedé quieto, esperando a ver si la webcamer reaccionaba, hasta que instintivamente comencé a mover la pelvis, restregando el glande contra la entrada de la habitación, como si de un animal en celo se tratara, marcando territorio. Tras unos largos segundos de tensa espera, recapacité, entendiendo que me la estaba jugando demasiado. Concluí que no era el momento de cagarla, sabedor de que debía jugar bien mis bazas. Así que, muy a mi pesar, lamentándolo mucho, me retiré definitivamente.

Por supuesto, me costó conciliar el sueño. Después de masturbarme un par de veces recreándome en la morbosa situación que acababa de vivir, me quedé pensando en lo que significaba que dulce-couplex fuera la novia de mi tío.

Por fin le había puesto cara y la cabrona no solo no podía ser más preciosa, sino que además formaba parte de la familia, con el morbo que eso suponía. Ahora necesitaba, aún más que antes si cabe, acceder a uno de sus privados. Tenía la sensación de que podía aprovechar los nuevos acontecimientos de algún modo, aunque no sabía cómo. Lo que estaba claro es que ya no me apetecía volver a casa en absoluto, pero no tenía más remedio.

Al día siguiente, ya en la estación, llegaron las inevitables despedidas. Primero mis abuelos, más cariñosos de lo que me gustaría. Y luego mis tíos.

—Al final no vas a ver el piso reformado —me dijo Mario.

—Tendréis que invitarme cuando esté terminado —solté con toda la intención.

—Eso está hecho, guapo —aceptó mi tía, acercándose para darme dos besos.

Sujeté a Carlota por la cintura, atrayéndola hacia mí con más fuerza de la necesaria. Olfateando su agradable perfume, le besé la mejilla, procurando que mis labios contactaran claramente, deslizándome suavemente por su piel.

—Que sepas que estoy a punto de cumplir los 16 —le susurré al oído.

Al apartarme, la miré a los ojos, sonriéndola con cierta arrogancia. Ahora fui yo quien la dejó sin palabras.

Ya de vuelta en Barcelona, dado que se acercaba mi cumpleaños, negocié con mis padres, llegando a un acuerdo para que me dejaran la casa con la intención de celebrarlo con mis amigos durante toda la noche. A pesar de que Verónica no estaría en la fiesta, mi objetivo no era otro que estrenarme.

Durante la mañana de mi aniversario recibí las típicas llamadas coñazo de varios familiares. Pero no me esperaba para nada quién había detrás de uno de los números desconocidos que hicieron sonar mi móvil antes del mediodía.

—¿Sí? —contesté sin mucho entusiasmo.

—Hola, guapo. ¿Sabes quién soy?

—¿Carlota?

—Estoy aquí con tu tío.

—Hola, Miki.

—¡Felicidades! —soltaron al unísono.

—Gracias.

—Ya no se me olvida que tienes 16 —bromeó ella con gracia, sacándome una sonrisa.

—¿Cómo vas a celebrarlo? —inquirió mi tío.

—Pues esta noche hacemos una fiesta en casa con los colegas.

—¡No os emborrachéis mucho! —chanceó Carlota jocosamente.

—No prometo nada —la hice reír.

—¿Te han hecho muchos regalos o qué? —siguió el boomer de Mario con las preguntitas.

—Me falta el vuestro —chasqueé, provocando las carcajadas femeninas.

—Bueno, mejor os dejo solos —bromeó él, procurando ser gracioso—, que seguro que tenéis mucho de qué hablar.

—A ver, ¿qué quieres que te regalemos? —preguntó Carlota con un tono jovial.

—¿Mi tío sigue escuchando? —tuve una inspiración.

—No, se ha ido a la cocina y he quitado el altavoz.

—Regálame un privado —solté con total desfachatez.

Se hizo el silencio, que duró unos breves segundos.

—¿Cómo? —preguntó ella, claramente descolocada.

Con la pulsación acelerada por cómo había logrado encauzar la conversación de forma totalmente improvisada, aguanté la enorme tentación de contestar, alargando la incómoda tensión que se había generado.

—No sé a qué te refieres —rompió el silencio al fin—. Bueno, te tengo que colgar —parecía inquieta—. Pásalo muy bien esta noche, ¿vale?

Pero sabía que no se había quedado tranquila. Y lo confirmé cuando volvió a llamarme a primera hora de la tarde.

—Hola, tu tío se ha ido a ver el piso —me informó de buenas a primeras.

—¿Y?

—¿A qué venía eso?

—¿El qué? —me hice el tonto.

—Lo de la edad. ¿Por qué me dijiste en Atocha que estabas a punto de cumplir los 16?

—Por si no lo tenías claro —solté con cierto descaro.

—Ya… ¿Y lo del privado? ¿Eso qué es?

—Lo que quiero que me regales.

—¡No me jodas, Miki! ¿Viste algo en casa de tus abuelos?

—Ya te había visto antes.

—Joder…

—Pero no lo sabía hasta que entré a tu cuarto.

—Me cago en la puta…

—Y por si te lo preguntas… no, nunca he entrado a un privado tuyo.

—¡Madre mía, qué vergüenza!

Volvió a hacerse el silencio, aunque en esta ocasión no percibía tensión entre nosotros.

—¿Lo sabe alguien más? —preguntó Carlota, que parecía realmente preocupada.

—Pues no lo sé. Igual mi abuelo se ha hecho alguna paja viéndote —bromeé.

—¡Idiota! —oí cómo reía ligeramente—. No se lo has contado a nadie, ¿no?

—Claro que no, tranquila.

—Uf…

—Y no diré nada —dejé pasar unos segundos—… si me regalas el privado.

—¡Sí, hombre! Ni de coña. Tú estás fatal.

—No podrás evitarlo cuando tenga pasta —solté afablemente.

—Es que no voy a emitir más. ¡Madre mía! Temía que pasara esto…

—¿Y qué pensará Mario si lo dejas?

—¡Uf! Más vale que tu tío no se entere de que lo sabes…

—¿Entonces…?

—No sé, ya veremos. Algo se me ocurrirá.

—Esta noche me conecto.

—¿No celebras tu cumpleaños?

—Prefiero tu regalo.

—Eres un guarro…

—Sé que te gusta que lo sea…

—Ya vale, Miki —me cortó—. No te pases —dio la conversación por concluida.

Pocas horas después, música a tope, algo de comer y mucho más alcohol de lo que mis padres se imaginaban, la combinación perfecta para una fiesta cojonuda con mis amigos.

Continuamente pendiente del reloj, no dejé de bromear con unos y con otras mientras, a ritmo de reggaetón, tonteaba con todas las invitadas que podía, pasándomelo en grande, hasta que acabé liándome con Yamilka, una repetidora de mi clase a la que medio colegio le tenía ganas. Sujetándola con firmeza por sus desproporcionadas nalgas morochas, atrayéndola hacia mí para incrustarle todo el paquete contra el vientre y que sus enormes berzas se aplastaran contra mi pecho, a medida que nos comíamos la boca con pasión, me empezó a sonar la alarma del móvil.

—Un segundo… —me excusé, apartándome de ella para detener el estridente aviso.

—Me tienes cachonda con esa vergota… —estiró un brazo para sobarme la entrepierna.

—Pues lo siento mucho —indiqué mientras terminaba de comprobar una cosa en el teléfono, sin poder evitar un gesto de orgullosa satisfacción—, pero vas a tener que esperar para disfrutarla.

—No digas tonterías, papi.

Lo cierto es que me supo mal dejarla con las ganas. Aunque no era mi tipo, me caía bien y no me hubiera importado desvirgarme con ella. Pero tenía otras preferencias.

—¡Gente! —alcé la voz tras detener la música abruptamente, obteniendo la atención de los presentes con suma facilidad—. La fiesta se ha acabado. Todo el mundo a su puta casa.

El revuelo fue tan unánime como divertido. Aunque nadie se imaginaba los motivos de la cancelación, me hacía gracia escuchar lo que elucubraban a medida que se marchaban.

—¿Te encuentras bien, tío? —se preocupó uno de los invitados.

—Menudo calienta bragas estás tú hecho… —bromeó Yamilka, despidiéndose con un piquito mientras se restregaba lujuriosamente contra mi paquete.

—¿Has quedado con alguna, cabrón? A mí me lo puedes contar… —se interesó un colega.

—¡Miki, tu fiesta es una mierda! —chanceó a lo lejos una de las chicas, riendo con sus amigas.

En cuanto me quedé solo, corrí a encender el ordenador de mi habitación.

“(…)”

“no hay audio?”

“sii”

“pero es que estan mis suegros”

“y no pouedo hacer ruidooo”


“ya no está el sobrino!!!?”

“no”

—Pero sabes que te estoy viendo… —susurré pausadamente mientras contemplaba la nueva emisión de dulce-couplex, comenzando a sobarme el paquete con cierta sensación de victoria.

“como puedes estar tan buena cariño”

“tu novio es un jodido amo de verdad!”

“y luego llegara y se lo follara con los suegros durmiendo¡¡”

Justo en ese momento, de fondo, como a lo lejos, pude oír a mis abuelos conversando.

“se les escucha jajajaja”

“joder”

“estoy en tensionnnn”


“tranca la puerta aunq seaaa”

“quien dice tensión, dice cachonda por el morbo ?”

“así no hay quien se relaje jaja”

“estoy entre cachonda y acojonada ajajajajaj”

“un sin vivir jajajajajajaja”

“sí, yo creo que la tensión te pone :P”

“cachonjonada”

“jajajajaj nuevo terminooo”

“al final te pillan jaja”

“preparada?”

“ufff para queee?”

De repente, la webcamer recibió, de una sola vez, la aportación más grande que había visto nunca. Observé cómo mi tía se retorcía, maldiciendo entre susurros mientras sonreía primero y se tapaba la boca después para acabar mordiéndose un dedo, sin dejar de moverse encima de la silla.

“dioooooooos”

“ahhaha”

“yo avise”

“madre miaaa”

“te gusto?”

“uffff”

“demasiadooooo”

“a mi suegro seguro que no tanto ajajjajaja”


“creo que sí le gustó”

“jajajajajajajjajajajajaja”

“preparate”

Nuevamente el mismo usuario hizo vibrar el lush, ahora con algo menos de intensidad, pero cuatro veces seguidas, provocando que Carlota volviera a morderse el dedo para acabar dándose una rápida sobada a una de las tetas mientras no dejaba de brincar, comenzando a jadear silenciosamente.

“como sigas asi me corroooo”

Y nada más escribirlo, mi tía recibió otras cinco ráfagas de igual calibre, logrando que se retorciera de gusto de tal modo que una de las areolas comenzó a asomar, a punto de salírsele un pecho.

“pezón fuera,aja”

“dioooooos”

“que me coroooooo”


Nunca la había visto disfrutar de un orgasmo, ni mucho menos con tan poco tiempo de emisión, así que, aflojándome los botones de la bragueta para aliviar la tensión que mi durísima polla ya estaba ejerciendo, aluciné al comprobar cómo la webcamer, aún vestida, con una camiseta escotada y un tejano corto, parecía no poder aguantar más.

“me corroooooo”

Tras confirmarlo en el chat, dulce-couplex se puso de pie, llevándose la mano a la entrepierna para tocarse por encima del pantalón, cerrando las piernas mientras jadeaba, tapándose la boca y encorvándose debido al placer que estaba percibiendo, hasta que en uno de los bruscos movimientos se agachó lo suficiente como para mostrar los ojos durante tan solo un segundo.

Ver cómo se descontrolaba de ese modo me puso cachondísimo, teniendo que sacarme el cipote, que ya me babeaba al contemplar cómo mi tía Carlota se corría sin remedio frente a la cámara.

“tumbate en la cama”

“enseña o la corría”

“ufffffffff”

“bajatelas… no?”

“diooooos mioooooo”

“tetas”

“enseña el tanguita”

“quee gustooooooo”

La webcamer, sin dejar de jadear, se desabrochó el pequeño pantalón, agarrándolo por la cintura para comenzar a bajárselo, dejándolo caer hasta sus pies. Se chupó los dedos de una mano mientras con la otra estiraba la parte frontal del tanga rojo, apartándolo a un costado para frotarse el coño, volviendo a tomar asiento.

—¡Ah! —soltó un primer suspiro liberador, seguido de varios jadeos contenidos a medida que se acariciaba.

“y ahora entra el suegro jaja”

“jajajajajajajajaaaj”

“enséñanos el coñete”

“hay que meter la polla de goma poquito xfa”

“chorrea mucho?”

“estoy mojando la sillla…”

“joder…”

“a ver”

Mi tía, que no paraba de jadear, como si le costara respirar, no dejaba de sorprenderme. ¿Era consciente de que la estaba viendo su sobrino? No pude evitar fantasear con que eso pudiera ser la causa de que estuviera tan cachonda como parecía, motivo por el que debía haberse corrido tan rápido.

“chicooooss”

“creo que nunca he tenido tanta explosión silenciosa ajajajajjaj”

“nuevas experiencias aajaajajjaja”


Pude oír cómo la webcamer reía justo cuando volvían a activar el lush, ahora con una cantidad de monedas mucho más pequeña, pero a un ritmo constante.

“me encanta que seas arriesgada”

“tan cachonda como siempre”

“y si entran tus suegros ahora?”

“pues me echan de casa ajajajja”

“cuanto queda para verte sin ropa?”

“jajaja me quieres desnudar?”

“me encantaría”

“hay que esperar un poquito amor”

“mientras seguimos calentando motores ajajaj”


De repente, escuché la voz de mi abuela con total nitidez y vi cómo Carlota reaccionaba rápidamente, desactivando el sonido.

“se escuchan las voces cerquita”

“estan muuuy cercaaaa”

“ten cuidao”

“ufff tengo que estar en silenciooo”

“esta mi suegra”

“justo detrás de la puertaaaaaaa”


“y eso te pone cachonda no?”

“uuuuf que morbo joder”

“uhmmmm”

“estoy a mil”

“pufffffff”


Y nada más dejar de escribir, se puso de pie, subiéndose ligeramente la camiseta para mostrar su morboso vientre plano antes de darse la vuelta, enseñándonos su culazo mientras se palpaba una de las nalgas, haciendo que la escueta tela de la braga se removiera, permitiéndonos imaginar que los labios vaginales iban a asomar en cualquier momento.

“q perra eres”

“admirar el culo + bonito q vais a ver en vuestra vida”

La webcamer no tardó en separar la ropa interior, mostrándonos todo el esplendor de su coño, que parecía humedecido. Quitó el mute y se palpó la entrepierna antes de deslizar un dedo entre sus pliegues, masturbándose durante unos breves segundos, lo que provocó que en mis altavoces se escuchara perfectamente el chapoteo de la lubricación.

“mmmm”

“ese corito”

“abrelo”

“uffffffff”

Carlota se giró, poniéndose frente a la cam, se bajó las bragas y volvió a sentarse.

“esperar”

“voy a hacer una locuraa”


“voy a preparar la fregona jejejje”

“portaros bien”

“ese coñito nos vuelve a todos locos”

“exacto”

Yo estaba tan excitado como convencido de que, a pesar de mi retorcida imaginación, la webcamer no iba a llegar más lejos sin poner el vídeo en privado al igual que en tantas otras ocasiones. Así que me solté la polla, preparado para la enésima decepción cuando, por primera vez, pude contemplar cómo dulce-couplex, tras quedarse completamente desnuda de cintura para abajo, alzaba inicialmente una pierna, apoyándola en el escritorio, para luego repetir el gesto con la otra, quedándose toda abierta, sentada en la silla, llevándose una mano al coño para masturbarse frente a la cam.

—Uf… —suspiré—. ¿Este es mi regalo, zorra? —jadeé en voz alta, sin poder evitar una sonrisa triunfal mientras volvía a agarrarme el cipote, sintiendo el palpitar de las venas que recorrían el tronco.

“venga loca”

“a disfrutar”

“que hace rato que te apetece”

A partir de ese momento la cantidad de aportaciones superaron todas mis expectativas, sin poder quitar ojo al dedo juguetón con el que Carlota no paraba de frotarse el clítoris, haciendo círculos en rededor junto a repentinas incursiones en el interior de su chochito.

“sácate las tetas amor”

“tienes la polla a mano?”

“o te doy la mía?”

Lo que ella sí tenía al alcance era el lush, que lo agarró, tirando de la pequeña antena, sin llegar a sacárselo del todo, masturbándose con el vibrador mientras echaba la cabeza hacia atrás, señal de cómo estaba disfrutando.

“me corría dentro de tu coñito”

“mmmmmmmm me encanta verte cerdo silenciosa”

Mientras los usuarios no dejaban de gastar monedas, logrando que dulce-couplex apretara los dientes, pude percibir el evidente sonido encharcado de los roces con su chochito, observando el grumo blanquecino que se iba formando poco a poco entre sus pliegues, deslizándose lentamente hacia su culo.

En cuanto hicieron la siguiente aportación generosa, ella abrió la boca, reprimiendo un gemido al mismo tiempo que se daba las últimas friegas en el clítoris antes de renunciar a tocarse, separando la mano de su cuerpo, moviéndola rápidamente arriba y abajo, en señal de que no podía más, mientras sonreía y terminaba haciendo un gesto para que pararan de activar el vibrador. Carlota estaba a puntito.

—¡Uf! —suspiré, más que alucinado con la sorprendente actitud desinhibida de mi tía, sin ser capaz de llegar a creerme del todo lo que estaba viendo.

Pasados unos largos segundos, tras recuperar el control, la webcamer prosiguió, follándose con el lush. Cuando ladeó la cabeza ligeramente para, durante tan solo unos segundos, mostrar con sutileza un ojo a la cam, sonriendo lascivamente, estuve a punto de soltar toda la leche, pero pude controlarme, dejando de pajearme mientras observaba cómo finalmente dulce-couplex bajaba las piernas al suelo, recomponiéndose.

“fuffff esa carita reina……”

“enseña gafis”

“el día q emitas con cara esto se cae”

“oy estas demasiado cachonda”

“si verdad?”

“piffff”

“que morbooooooo”


“jajajajajajaaja”

“uffff”

“me da miedoooo”

“que me pilllen”


“si entra tu suegro que arias”

“tirarme al suelo ajajjajaaj”

“y hacer la xrcroqueta jajajaja”


“jajaja”

La webcamer no tardó en volver a colocar los pies sobre la mesa, abriéndose de piernas nuevamente frente a los más de mil pajilleros que observábamos atentamente cómo se daba suaves palmaditas en el clítoris antes de seguir haciendo uso del lush para masturbarse, deteniéndose solo momentáneamente para escribir en el chat y recuperar luego la postura, toda espatarrada.

“remata con el pollon”

“q imagen dios”

“joder loca”

“pero como tas……hija……”

“uffff ya yaaa”

“no puedo mas ajajjajaaj”


“correte en mi boca”

“estoy jugando con fuegooooo”

“eso se llama morbo”

“echa agua”

“fuego el que estás sacando de la polla”

“dioooos”

“me voy a correr”

“ehhh”


“córrete, diosa”

“darle fuerteee”

“que me corrrooo”

“toodaaaaaa”


Aunque no habían parado de gastar monedas, el chat aumentó aún más la cantidad de las aportaciones, haciendo que mi tía aprisionara los labios con los dientes, comenzando a mover la cadera, alzando el culo de la silla mientras se desgastaba el clítoris e inclinaba el cuello hacia atrás, jadeando en silencio como una buena perra, hasta que no pudo más, acercándose al micro.

—Me corro, me corro, me corro… —susurró a la cámara mientras hacía aspavientos para que detuvieran las vibraciones—. Me corro… —anunció una última vez, dejando la boca abierta al mismo tiempo que se frotaba el coño a toda velocidad.

Observando cómo se convulsionaba, mordiéndose un dedo al mismo tiempo que restregaba con fuerza la otra mano contra el clítoris, explotando como la auténtica zorra que era, me dejé llevar, teniendo que usar varias toallitas húmedas para retener los cuantiosos chorros de semen que estaba eyaculando por culpa de Carlota, a la que no dejaba de contemplar mientras, bien abierta de piernas, se corría para todo internet.

—Uf… joder, tía… uhm…

Aún exhausto, vi cómo dulce-couplex, recuperando el resuello, volvía a separar los muslos mientras gesticulaba, indicando una vez más que pararan de activar el lush, pues los usuarios seguían aportando. Resoplando, comenzó a darse largas y suaves caricias en los labios vaginales, que debía tenerlos tremendamente sensibles. Esa espectacular escena me revitalizó al momento, impidiendo que se me bajara la erección a pesar de haberme corrido hacía tan solo un instante.

“mmm la pillaran ??”

“que morbo”

“tela como estas”

“pocas veces te e visto asi”

Parecía que, al fin, tras su segundo orgasmo, la webcamer pretendía recobrar la compostura definitivamente, bajando los pies del escritorio al tiempo que recogía las piezas de ropa que tenía por el suelo.

“edioooos miiooooo”

“aque ricoooooo”


Mientras intentaba deshacer el ovillo en el que se había convertido el tanga, llegaron un par de nuevas aportaciones de las grandes, provocando que mi tía desistiera en la tarea, volviendo a escribir en el chat mientras movía sutilmente la cadera, restregándose contra la silla.

“chiiiiicoooooos”

“si te follas al amigo te corrres en o coma”

“lo sabes no?”

“danos un gran squirt reina”

“si me acabo de corrrer jajajajajaja”

“ya si te follas el dildo lo petas”

“ufff es que no tengo la polla aquiii :(”

“toma la mia metete la jajaj”

“la tengo en otra habitacion”

“sabeis en cual???”


“en la de tus suegros”

“en la que dormía el sobrinooo ajajjaajja”

“el sobrino está matao a pajas jaja”

“ves a buscar el dildo, pero traete al sobrino xd”

“uff chicooos”

“no se que haceer”

“esperar”


“esperar que?”

“no sabes si follarte al sobrino?”

“ha dicho qel chaval ya no esta”

dulce-couplex bajó la cam, evitando que pudiéramos ver lo que ocurría durante los escasos segundos que tardó en volver a aparecer, aunque a mí me pareció una eternidad, cavilando si Carlota decidiría que ya me había dejado ver demasiado.

“un poquito con estooo”

“sigue con el dildo que me tienes a tope”

“tengo las pulsaciiones a 1000”

“las del coño? ;)”

Para mi sosiego, sin saber si la webcamer se la había jugado saliendo medio desnuda a buscar el consolador de plástico que ahora tenía en la mano, vi cómo volvía a alzar las piernas, mostrándonos una vez más el coño bien abierto. Así que, dado que el vídeo seguía visible, me agarré la verga, dispuesto a continuar disfrutando del morbo de contemplar a la perra de mi tía dándolo todo.

“me pregunto si esa polla entra fácil ya en el coñito”

“hacemos una prueba a ver si entra fácil?”

“sí, yo probaría”

“pero solo la puntitaaa, eh”

Lo primero que hizo fue darle una chupadita al glande para acto seguido encararlo hacia su raja, dándose una breve friega antes de abrirse paso entre los labios vaginales, introduciéndose medio rabo, como cuchillo en mantequilla, para comenzar un suave movimiento de translación combinado con un gesto de rotación de la muñeca.

“pa ser la puntita…”

No pude evitar fantasear con que era mi polla la que penetraba en ese agujerito, imaginándome cómo sería meterla en un sitio tan esponjoso, caliente y húmedo. ¡Uf! Mentiría si no dijera que deseaba clavársela a mi tía.

Carlota fue incrementando el ritmo de la follada, abriendo la boca para jadear encubiertamente mientras volvía a echar la cabeza hacia atrás, alzando el culo para aumentar el ángulo con el que darse gusto, provocando el evidente chapaleo producido por lo mucho que estaba lubricando.

“que rico suena ese coñito”

“joder”

“como suena”

“suenaaaa bieeen????”

“suena perfecto”

“ufff”

“suena mejor que la novena sinfonia”

“por vuestraa culpaaaaa”

“suena a gloria…pero mejor sabra…yo te lo comia entero ahora mismo”

“con ese ruido tus suegros sospechan fijo”

Con más de medio consolador embutido, la novia de mi tío lo dobló hacia ella, pegando pequeños tirones para frotarse el clítoris mientras seguía rozándose con la polla dentro de su coño, seguramente juntándose con las infinitas vibraciones que prácticamente no habían remitido durante los más de treinta minutos que llevaba contemplándola. Hasta que, en una de esas, la sacudida fue demasiado fuerte, haciendo que el dildo saliera de su interior acompañado de un claro sonido acuoso al mismo tiempo que Carlota soltaba un pequeño chorro totalmente incontrolado, sorprendiéndose a sí misma, pues colocó la palma de la mano libre como si pretendiera detener el líquido.

“diooooos”

“que me ha saludooo un chorrazooo”


“jajajajajaja”

“ayyy”

“que empapaoo el suelooooo”


“estás muuuy cachonda”

“jo0der voy a por una toalla”

“sigue”

“estás encharca”

“no pares :)”

“no te vallas ahora”

“continua so zorra”

dulce-couplex, obedeciendo al chat, ya con cierta sumisión, tuvo que sacudir ligeramente el dildo, que estaba empapado, antes de volver a introducirse la punta, metiéndosela y sacándosela con avidez, para seguidamente restregarse con ella entre los pringosos labios vaginales. Después de rozarse con el consolador durante unos cuantos segundos, volvió a incrustárselo, comenzando con unos movimientos circulares, hasta que empezó a follarse a saco.

“quiero todo de ti…uffff…quiero ser tuyo y que hagas conmigo lo que quieras”

“q paja más buena me estoy haciendo contigo, me va a explotar la polla”

“jodeeer”

“me tiemblan las piernsaaaas”


“sigue q me corro joder revientate el coño metete la poya entera”

“correte en mi puta boca dale”

“dale perraaa”

“t meto la poya q t reviento, squirt en mi puta boca qme lo trago todo”

—Uf… —soltó un trémulo suspiro incontrolado—. Me corro… —vocalizó con insistencia, sin emitir sonido alguno, mostrando un gesto descompuesto, mientras movía la boca con una mueca desencajada.

Contemplé con admiración cómo Carlota se agitaba, antes de cerrar las piernas, metiéndose y sacándose la polla de goma con frenesí mientras se convulsionaba con estrépito. No había duda de que estaba alcanzando un nuevo orgasmo.

—Uhm… —gemí, ya más que consciente de que lo había hecho todo en abierto por mí, así que no pensaba defraudarla.

Cerrando los ojos para visualizar en mi mente el recuerdo de la excitante imagen de mi tía corriéndose como una cerda, comencé a soltar todo el esperma que llevaba dentro, sintiendo como se me exprimían los testículos, vaciándome por completo.

—¡Ah! —grité.

Cuando volví a la realidad, dulce-couplex ya se estaba despidiendo del chat, a medida que terminaba de vestirse.

“jodeeeeer”

“dioooos miooooo”


“de verdad, que te quedas hechizao por esta mujer”

“madre miaaa”

“chicoooooos”

“increibleeeeeeeee”

“impresionanteeeee”

“dioooos”

“uffff”

“ha sido genial”

“me he corrido 3 veces”

“dios mio”


“habia que despedir la casa de tus suegros :)”

“eres canela”

“gracias!!!!!!!!!!!!!!!”

“muchas gracias, chicos jodeeer”

“uf dios miooo”

“yo no me esperaba esto eh jajaja”

“espero que vosotros tambien hayais disfrutado”

“os lo habéis pasado bien?”

“os habeis corrido?”


“me dejaste ko”

“yo me he eyaculado con tu última corrida ;)”

“uffff genial entonces”

“ahpra vamos a dormir genial”


Pasados unos días, mi tía seguía sin dar señales de vida. La incertidumbre me mataba. Estaba seguro de que me había regalado el privado, pero quería que ella supiera que lo había visto. Y que no me dijera nada me estaba atormentando. Así que, una semana después, le escribí un whatsapp.

“Gracias por el regalo”

La hora que transcurrió hasta que me contestó, se me hizo eterna.

“No vuelvas a escribirme por aquí”

“Esto lo puede ver tu tío”

“Y no tienes que darme las gracias de nada”

“No sé de lo que me hablas”

“Borra chat”

Lo cierto es que sus palabras me dejaron con demasiado mal cuerpo. Tenía la sensación de haberla cagado, pero bien. No supe si escribirle algo más, temiendo empeorar las cosas. Seguí dándole vueltas hasta que llegó un nuevo mensaje.

“Espero que te gustara”

“Y ya!”

¡Lo sabía, joder! Con una sonrisa de oreja a oreja y una hinchazón automática en la entrepierna, no pude sentirme más satisfecho.

Por suerte, dulce-couplex no dejó de emitir. Ya desde su piso recién reformado, volvía a ser tan difícil como siempre conseguir desnudar a la webcamer y, más si cabe, lograr sacarle un orgasmo, al menos en abierto, puesto que, para mi desgracia, también regresaron los privados.

Comentarios

  1. ¡Que alegría encontrarse con un nuevo relato!
    Me ha gustado mucho, y más sabiendo que queda una segunda parte que seguro va a tener "acción".
    El perfil del protagonista muy interesante, un tolili todavía pero con bastante chulería.
    Deseando que llegue la segunda parte.

    Gracias por todo

    pd: ¿al final qué pasó con ese blog paralelo?

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    1. Hola pantxopantxo, la alegría es mía por recibir el primer comentario :)

      Me alegro que te haya gustado. Es un relato un poco diferente a lo que suelo escribir (aunque ya veréis que algunos de los signos clásicos de mis historias estarán presentes).

      ¿El protagonista parece un tolili!!!? Igual no interpreto bien el insulto, pero no era mi intención jajajajaja

      Y el perfil de la webcamer, ¿qué te ha parecido?

      La idea era poner este mismo blog como privado. Pero mientras la participación sea como la del anterior relato, no me lo planteo.

      Gracias a ti!

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    2. Quizá no es el adjetivo más adecuando. Iba más por pipiolo, que no deja de ser un crio por mucho que sea un echado pa'lante.

      Sobre ella, creo que defines muy bien el perfil que quieres transmitir, pero al presentar todo (o casi) mediante mensajes de chat, cuesta discernir qué parte es ella realmente y qué parte es el papel de webcamer.

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    3. Vale, es que no sabía lo que significaba tolili.

      Sí, pipiolo sí. No deja de empezar la historia con 14 años, así que como bien dices... "todavía". Espero que ya se vaya apreciando la evolución del personaje jeje

      Lo que me importaba transmitir de ella, y no sé si lo he logrado, es que por el hecho de hacer lo que hace por internet no quiere decir ni mucho menos que se tire a cualquiera, ni que le ponga los cuernos al novio ni nada de eso.
      Vaya, como dice Miki, que no es una guarra sin más jaja

      Nuevamente gracias por comentar!

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  2. Había dejado ayer el comentario cuando leí el relato, pero por alguna razón no se colgó. En cualquier caso, la idea central es que este relato responde bien a la pregunta de tu encuesta, ya que sacas todo el potencial que tiene una saga. El hecho de que puedas dedicar toda esta extensión a lo que es el primer acto de la historia, hace que podamos conocer y conectar mucho mejor con los protagonistas, especialmente el sobrino narrador. Escenas que hubiesen desaparecido o sido abreviadas si el relato entero tuviese que hacerse en esta extensión nos permiten ver detalles y facetas de los personajes que normalmente no salen e, incluso, no son directamente parte de la historia (como los primeros escarceos amorosos del protagonista). Y la historia, cocinada así a fuego lento, tiene mucha más credibilidad y, por tanto, un morbo y tensi´ón que lentamente se va cargando, como cuando dudé sobre si interrumpiría el streaming entrando en la habitación de la tía o no.

    Eso si, también abre la puerta al peligro de las sagas: que queden incompletas. Yo se que no tengo la fuerza de voluntad para seguirlas si me pusiese a escribir una. Se que ya tienes cierta experiencia con relatos con continuaciones, así que supongo que sabrás medir bien tus fuerzas e interés para acabar la historia. Y es que, con un planteamiento como este, no terminarla debería ser considerado delito.

    Requiem

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    Respuestas
    1. Mil gracias por seguir pasándote por aquí, Requiem.

      Lo cierto es que inicialmente el relato estaba pensando para ser publicado todo junto, como siempre. Pero a medida que repasaba esta primera parte, tenía la sensación de que incluso podía funcionar como relato independiente sobre voyerismo.
      Eso, unido a que me iba a quedar más largo de lo que había pensado y que tenía ganas de saber vuestra opinión (al fin y al cabo no deja de ser un relato algo diferente a lo que suelo escribir), hizo que me planteara la posibilidad de publicarlo en dos partes.

      Es decir, en principio únicamente habrá una parte más, a no ser que llegado a cierto punto vuelva a tener la misma sensación y vea que pueda encajar otro corte.

      Respecto al temor de dejar la saga a medias, te entiendo perfectamente. Y es lo que he hecho con las del pasado. Lo bueno es que mis historias siempre eran conclusivas aunque formaran parte de una serie.

      En este caso, el hecho de publicar y ver la acogida también me sirve como acicate para seguir con la continuación (tengo prácticamente todo ya en borrador). Así que espero más opiniones, aunque tu "amenaza" me ha gustado bastante :)

      Por cierto, relacionado con la duda sobre si el sobrino interrumpiría el streaming, ¿llega a resultar muy evidente que la tía era la webcamer?

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    2. Pasarme siempre me voy a pasar, eres mi favorito desde hace muchísimos años a estas alturas. :)

      En cuanto a la saga, me alegro de que la tengas tan clara, y en buena parte como dices lo bueno de tus sagas es que cada capítulo es más o menos autoconclusivo. Aunque, personalmente, creo que probablemente, si sigues con este nivel de detalle y cuidado, bien podría dar para tres o más relatos. No digo en plan estirar el chicle como hacen algunas sagas, que parece que necesitan 16 párrafos de cosas intrascendentes y pensamientos, una escena un poco tal y un mínimo avance... para poder así sacar 22 libros cada uno con una veintena de cap´ítulos. Pero si creo que si lo tratas con el mimo y cuidado que le has puesto a esta parte, entonces es probable que salgan más partes, y yo sin duda estaré encantado de leerlas.

      En cuanto a tu pregunta, me temo que sí. Me recuerda en ese sentido a mi relato ¿Truco o Trato?, donde nunca realmente me molesté en ocultar quien era ella; es una sorpresa para el protagonista, pero no debería serlo para el lector. En este caso es un relato sobre una webcammer, el protagonista se obsesiona con ella y luego regresa cuatro años para contar el comienzo, solo hay una chica en la historia... Dos más dos suelen hacer cuatro. Y si ella no hubiera sido la webcammer, la historia tendría que haber ido mucho antes por otros derroteros (el clásico pillarle, por ejemplo) que no fue. De modo que si, por descarte y estructura narrativa, tenía que ser ella. Aunque creo que, como personaje, has hecho muy buen trabajo con ella para que no sea facilona ni superficial ni cliche.

      Requiem

      Eliminar
    3. Gracias, hombre!

      No me metas presión, eh! jaja
      No sé, como decía, tengo en mente más o menos el resto del relato. Normalmente suelo añadir o quitar cosas sobre la marcha, hay escenas que quedan más cortas de lo que pensaba y otras todo lo contrario. Ya veremos...
      De todos modos, me parece que este relato no ha tenido mucha aceptación, vistos los pocos comentarios :( No sé si por la temática o por publicarlo por partes. O por ambas cosas.

      jaja ciertamente, yo tampoco me he molestado en ocultar nada, por eso mi duda. Está claro que llega un punto en el que ya es muy evidente, pero me preguntaba si lo es desde el principio, es decir, desde que Miki ve a Carlota en la estación.

      Mil gracias por comentar!

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  3. Buenas, soy Cristina, una chica de una pequeña ciudad soleada del sur de Europa, un relato excelente, como siempre, seguro que la segunda parte no defrauda

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    1. Hombre, Cristina, tengo pendiente hacer una visita a alguna pequeña ciudad soleada del sur de Europa ;)

      Me alegro que el relato te haya gustado. Y espero que la continuación te guste tanto o más. Me esforzaré para ello.

      Y te animo a que mantengas el contacto con el blog por los diferentes medios que tienes para ello. Estoy seguro de que lo pasarás estupendamente!

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  4. Primero que nada. Que bueno leer otro de sus relatos doc.

    Segundo. Yo comenté el domingo y mi comentario no se publicó.

    Ahora hablemos del relato. Me a gustado la premisa y el desarrollo asi como los personajes. Pero curiosamente no me parece un relato largo, se me hizo muy rápido la lectura o será que esta por partes.

    En resumen me ha gustado. Solo me hubiera gustado más interacción entre tía y sobrino previo a que la descubriera

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    1. ¡Jo! No sé si pudiera haber habido problemas con los comentarios, porque parece que no fuiste el único :(
      La verdad es que yo nunca he tenido problemas y estoy muy contento con la opción de poder contestar individualmente gracias al nuevo aspecto del blog.

      Se me ocurre que es posible que el relato se haga corto por las conversaciones del chat, que abultan mucho, pero en realidad tienen poco contenido.

      Me alegro que a ti también te haya gustado el relato. Temía que pudiera no gustar por ser algo diferente a lo que suelo escribir.

      Y sí, te doy la razón que un poco más de interacción tía-sobrino podría haber estado bien. Pero hay una segunda parte ;)

      Gracias por comentar Lobo!

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  5. Buenas!
    Como te han dicho por arriba es un placer entrar en tu blog y encontrarte que has publicado un nuevo relato, la sensación es la misma que cuando publican una serie que llevas meses esperando ;)

    En cuanto al relato, coincido completamente con los compañeros a mi me encantan los relatos en que el protagonista es un poco pipiolo, mientras que su amante es mucho mas experimentada y se acaba dejando llevar por la situación.

    Espero con ansia la segunda parte, me alegro que la tengas muy avanzada así no tendremos que esperar demasiado.

    PD: Yo también he tenido problemas para comentar. Como consejito para dejar comentario, abandonar la pestaña de incognito, que creo es lo que creo que da problemas.

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    1. jajaja pues pido perdón de antemano, que a mí me da mucha rabia tener que esperar una serie de una temporada a otra.

      Bueno, espero no decepcionar con la segunda parte. Me estoy dando cuenta que un riesgo de publicar así es que puedo generar unas expectativas que luego tal vez no pueda cumplir xD

      Yo suelo comentar con la pestaña de incógnito de Chrome y nunca he tenido problemas.

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  6. Tercera vez que intento comentar, los dos anteriores se borraron.
    Muy bueno el relato espero ansioso la continuacion, gracias por compartirlo.

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    1. Joder! Casi todos los que habéis comentado indicáis que habéis tenido problemas para publicar el comentario :(

      Lo único que se me ocurre es que sea por hacerlo como Anónimo. Yo entro con mi usuario y va perfecto. No sé...

      Gracias a ti por comentar! Me alegro que el relato te haya gustado.

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  7. Me está encantando el relato, y eso que de entrada no me llamaba tanto (aunque en cuanto aparece en escena un novio con la polla pequeña ya me ha terminado de conquistar, jaja).

    Una cosa que me gusta es el pequeño elemento de misterio que se genera con la escena introductoria y ese tío "de la polla grande". Todo indica que será el propio Miki, aunque supongo que también podría ser el amigo o incluso el suegro.

    Por último, comentar que, aunque tengo claro que tus relatos no apuntan precisamente al realismo, me cuesta mucho creer que un chaval virgen de 16 años rechazase a una tía buena por irse a hacerse una paja con un streaming, incluso dadas las circunstancias de este relato. xD También creo que habría sido un desarrollo interesante de los acontecimientos que Miki se hubiera dejado llevar con la chica, quizá asumiendo que su tía no iba a hacerle el regalo, para que a posteriori los dos (Miki y su tía) descubran que sí que le hizo el regalo pero él no estaba allí. Quizá podría haber incluso despertado celos por parte de Carlota, si esta descubriera que él se había perdido el streaming por estar follando con otra.

    Pero vamos, que al camino por el que está yendo la historia hasta ahora no se le puede reprochar nada.

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    1. jaja tú eres de los míos, aunque el relato sea diferente a lo habitual, hay que mantener algunas señas :P

      Muy bien visto lo de la escena introductoria. Y, efectivamente, de momento no se sabe quién es el que está bien dotado.

      Respecto a la escena del cumpleaños, es cierto que seguramente pueda no encajar del todo con la actitud de un chico de 16 años, pero el narrador ya deja claro desde un principio que, aún estando igual de salido que sus amigos, tiene unos gustos mucho más exquisitos.
      Además, Yamilka no es su tipo y la webcamer no es cualquiera, es su tía, a quien la acaba de descubrir y podría perder la única opción de verla en un privado (al menos mientras sea menor de edad). Yo me lo pensaría jaja

      Bueno, hay una segunda parte en la que... no adelantemos acontecimientos por ahora...

      Muchísimas gracias por el comentario Mr18 :)

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    2. Me gusta eso de la duda con lo del dotado. Da para teorías de quien podría ser.

      Yo apuesto al sobrino ya que no se a ibtroducido otro personaje aunque dependiendo de que tantas partes tengas planeadas podría salir otro mas

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    3. Planeada hay una segunda parte únicamente.

      Pero como dijo Requiem, es posible que pudieran acabar saliendo dos.

      Y aclaro que en el futuro, aunque tarde en publicar, procuraré no volver a partir los relatos, pues la mayoría los prefiere completos según la encuesta.

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  8. Una maravilla de relato como siempre. Es genial que introduzcas cosas de sph, es de las cosas que más me llaman de lo que escribes. Sigue así!

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    1. Muchísimas gracias por el halago.

      Te prometo que tuve que buscar el significado de sph. Pero nada, todo aclarado jaja Normalmente (casi) siempre habrá un poquito (muy chiquitito) en mis relatos :D

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  9. Me ha encantado... ♡♡♡
    Súper morboso....
    Estoy deseando leer la continuación... espero que no se demore mucho....

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    1. Gracias Amalia.

      Me encantaría que pudieras leerla cuanto antes, pero últimamente he estado bastante liado y no he podido avanzar mucho :(

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  10. Muy morboso. Ojala en la segunda parte el chico se folle a la tia. O que se la folle otro chico y el solo pueda mirar haha.

    MegaMan

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    1. Me gusta que la mayoría estáis definiendo el relato como morboso :)

      No voy a revelar acontecimientos, pero siento curiosidad por saber si los lectores preferiríais que Miki se follara a su tía o que viera cómo lo hace otro.

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  11. Personalmente a mi me daria mas morbo que el solo mirara. Una situacion similar como en la de tu relato "Despues de clase" que es uno de mis favoritos en el que el chico tiene un crush por su profesora pero al final el solo mira como se la follan los mas inesperados personajes.

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  12. Muy buen relato, quiero creer una de las chicas de llama asi por mi.

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  13. Respondiendo la pregunta del doc.

    Ambas opciones son buenas. Pero meda mas morbo que el sobrino la folle.

    La segunda opción, que solo mire, también es buena. Pero siento que sin personajes que hayan sido introducidos previamente no me generaría el mismo morbo.

    Algo interesante hubiera sido k el prota conociera a otros personajes y de ahi dulce fuera fallando a cada uno. El amigo del tio, el suegro, algún trabajador del departamento de dulce un vecino. Algo así, el morbo hubiera estado el prota los conociera se relacionada un poco con ellos y luego mirara como ellos cumplían su fantasia

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    1. Me encantan estas elucubraciones :) A lo mejor incluso me dais ideas jajaja

      Lo cierto es que el relato me está saliendo mucho más largo de lo que pensaba. Si le llego a meter más personajes...
      Pero entiendo perfectamente lo que dices.

      Bueno, de momento hay un 1-1 entre que se la folle o solo mire xD

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    2. Estoy totalmente de acuerdo con Lobo. Tal vez no sea tarde para introducir algunos personajes morbosos

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    3. Ese es el problema que le veo megaman. Introducir nuevos personajes para que funcione seria mínimo otro capitulo y la espera seria larga.

      Porque solo que salgan tipos random follando a dulce seria anticlimatico.

      Por otro lado, doc.
      Yo le habia prometido contarle una anécdota real que le serviría de inspiración, no lo hice en su momento por que cuando la analixe con calma me pareció bulgar, sin embargo me entere de mas detallados dándome una imagen mas clara de lo sucedido. Y sólo le puedo decir que la realidad supera la ficción.

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    4. ¡Dios, una conversación entre usuarios del blog! Adoro el nuevo aspecto de la página :D

      A ver, como ya dije, el borrador de la historia lo tenía prácticamente terminado y a estas alturas es difícil que haya cambios demasiado radicales.
      De hecho, tengo la continuación bastante avanzada.

      Lo que hay en mi mente (y en mi borrador), independientemente de lo que espere cada uno, espero que guste, al menos a la mayoría.

      Avanzo que habrá alguno personaje nuevo y alguno ganará mayor protagonismo. Pero eso no quiere decir que pase lo que os podáis imaginar jaja
      Y me callo ya, que espero no liarla mucho...

      Y en cuanto a la anécdota real, siempre estoy dispuesto a que me enviéis sugerencias. Pero como siempre digo de antemano, no me comprometo a nada. Si la historia me gusta o me inspira puede acabar convirtiéndose en un relato, pero con mi ritmo de publicación... sabéis que puede acabar en nada.

      Un saludo y gracias a ambos por la conversa :)

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  14. Soy Candela, ya sabes... Enhorabuena por el relato. Me parece demasiado largo, pero me gustan ese tipo de situaciones calientes que no entran en lo de siempre.

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    1. :)

      Gracias por el comentario, Candela.

      Me temo que todos mis relatos son más o menos largos. Eso sí, situaciones variopintas hay en unos cuantos. Espero que te gusten!

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    2. Vamos a ver!!! "Anyway" el voyeurismo del hombre me encanta!!!

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    3. https://doctorbpblog.blogspot.com/search/label/Voyerismo :)

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    4. A ver qué le parece este cuento a esta chica andaluza tan correcta, jijijiii

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    5. jajaja es mi selección de voyerismo.

      Espero que luego, con corrección, me cuentes si te ha gustado ;)

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    6. Jjajaja lo haré encantada!!! Un hombre que mira cosas excitantes o sexuales, y no puede o no quiere hacer nada, es algo que me gusta en especial...

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  15. No soy del estilo de este relato pero no puedo negar que es original. Estoy deseando un nuevo relato. Salva.

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    1. Muchísimas gracias por el comentario, Salva. Se agradece que también me lo digan cuando el relato no gusta tanto.

      Me temo que aún me queda un poco para terminar lo que queda de este. De hecho, creo que ya podría publicar una nueva parte, pero como la mayoría ha votado que prefiere relatos completos estoy dudando...

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    2. No dudes mas danos algo!! xD

      Casi que sería mejor, así la espera se nos hace mas amena. Aunque estoy de acuerdo que si no esperas y te encuentras un relato completo es muucho mejor, pero ahora ya de perdidos al río! :P

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    3. xDDDD

      Creo que lo has descrito bastante bien. Este relato lo voy a trocear y ya los siguientes los envío completos.

      A ver si entre esta noche y mañana puedo acabar de pulirlo y lo subo. Sino igual se irá para el finde.

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  16. JODER. Demasiado bueno. Sin palabras. No he leído aún la segunda parte pero ya me has enganchado con esta, te lo juro tío. Lo que sí me molaría es que el sobrino sea un espectador más de todo lo que se folle la tía y que no sea hasta al final que pueda tener un poco de ella. Sigue así, con toques de incesto y voyeur va excelente.

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    1. Muchísimas gracias por el comentario MarRam.

      Me alegra que te haya gustado tanto esta primera parte (ya he visto que la segunda no te ha decepcionado jaja).

      En cuanto al sobrino, ya has visto la evolución. Veremos qué nos depara la tercera parte ;)

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  17. En algún momento leí, o tal vez escuche, que, en las películas, no existe tal cosa como el género de súper heroes, son solo películas cuyos personajes son súper héroes. Creo que, en la literatura, es algo similar con el género erótico: no existe tal cosa, solo son historias cuyos personajes se ven envueltos en situaciones eróticas/sexuales.
    Conocí tú blog por casualidad hace... no se cuantos años, solo se que tu relato más reciente era "Un Verano Con Mis Primos", y me encantó esa historia: ligeros toques de drama, comedia... todo muy bien mezclado para envolver las situaciones eróticas que, a fin de cuentas, son el quid de cada relato. Luego deje seguir tus publicaciones por mucho tiempo (nada personal... estudiar y trabajar a la vez no deja mucho tiempo libre) pero es agradable volver a encontrarme con tus relatos y, sobre todo al ver que, aún con el cambio en tu estilo habitual, se reconocen tus firmas.
    Aún no he leído la segunda parte, mucho menos la tercera, pero sentí que necesitaba saludar a alguien que inspiró algunos de mis escritos de hace mucho tiempo (no preguntes cómo, son más bien poesía y de corte romántico).
    Excelente historia la que presentaste esta vez!! Lo mejor de todo: los dos personajes principales. Sobre todo, adoré a la tía Carlota, me recordó a alguien que conozco (aunque no es webcamer).

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    1. Hola AJGT,

      es un muy buen punto de vista. De hecho, tengo relatos de ciencia ficción, fantasía, drama... y sin duda se podrían escribir comedias u otros géneros. Y todos ellos con el denominador común del erotismo/porno. Toda la razón.

      Pues yo que me alegro muchísimo de tu regreso. Te entiendo perfectamente. Mis publicaciones son escasas por motivos similares (falta de tiempo al fin y al cabo).

      Bueno, uno nunca sabe lo que acabará escribiendo. Yo también escribí poesía e intenté una novela de fantasía xD

      Me alegro que te hayan gustado los personajes. Ahora voy a leer tus otros comentarios. Espero no haberte decepcionado en las siguientes entregas.

      Muchísimas gracias por el comentario. Se agradece un montón.

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